La central nuclear Santa María de Garoña (Burgos) ha realizado hoy el preceptivo simulacro anual, conforme a los requerimientos establecidos en su Plan de Emergencia Interior, con la participación de la Organización de Respuesta ante Emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y de la Subdelegación del Gobierno en Burgos.
Durante el ejercicio, el CSN ha realizado el seguimiento del estado de planta y de las actuaciones del titular para recuperar las condiciones de seguridad. Asimismo, se ha mantenido en contacto con la Subdelegación del Gobierno en Burgos para recomendar las correspondientes medidas de protección radiológica y con la Dirección General de Protección Civil.
El ejercicio se ha iniciado a las 9:30 horas con la simulación de un seísmo de nivel superior al Terremoto Base de Operación de la instalación que ha causado una fuga en la piscina de almacenamiento de combustible gastado y que ha afectado a los sistemas de alimentación eléctrica exterior de la planta. En ese momento los generadores diésel se encontraban en mantenimiento, lo cual ha impedido mantener el nivel de agua que refrigera el combustible gastado de la piscina.
Del mismo modo, se ha simulado la evacuación de dos trabajadores que han resultado heridos durante las labores de recuperación de los sistemas afectados y el desalojo del edificio del reactor por los altos niveles de radiación en esta área.
Radio de 10 kilómetros
Por su parte, el organismo regulador ha recomendado al Centro de Coordinación Operativa (CECOP) de la Subdelegación del Gobierno, el establecimiento de control de accesos en la zona 1 de planificación de emergencias (radio de 10 kilómetros) en el exterior de la central y la evacuación de la población en un radio de 5 km y, si no fuese posible realizarlo en un plazo de dos horas, su confinamiento. El regulador también ha aconsejado durante este ejercicio el confinamiento extensible hasta un radio de 10 km.
Finalmente, la instalación ha conseguido recuperar la capacidad de refrigeración de la piscina de almacenamiento de combustible gastado. El titular de la central ha llegado a simular la declaración de emergencia en el emplazamiento (categoría III) de su Plan de Emergencias Interior (PEI). Por su parte, el CSN ha activado su Organización de Respuesta ante Emergencias (ORE), llegando hasta el modo 2, que implica la activación de los grupos operativos de su Sala de Emergencias (SALEM) y de los apoyos externos.
Un suceso de esta naturaleza habría sido clasificado como nivel 2 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).