El programa de intervención y detección temprana de autismo, BB Miradas, creado por Autismo Burgos y Fundación Miradas, inicia en septiembre su proyección nacional, al poner en marcha este programa en cinco ciudades de España. Albacete, Badajoz, Murcia, Sevilla y Valencia son las cinco zonas que, tras el verano, iniciarán el proceso para la implantación de este programa, pionero en la provincia de Burgos.
BB Miradas nació en el año 2017, a raíz de una reunión que mantuvo la presidenta de la asociación, con Autismo España. “Había mucha evidencia e investigación que decía que si actuábamos tempranamente antes de los cuatros años, se podía cambiar el curso del desarrollo de los bebés”, explica la directora técnica del programa, María Merino.
“Teníamos muy claro que los niños que fueran a nacer en nuestro contexto, podían tener mejores oportunidades”, señala, dado que antes de los tres años de edad, la plasticidad cerebral de los niños es mucho mayor, lo que positivo para empezar a trabajar con ello. “Son momentos clave”, apuntó.
“El objetivo del BB Miradas es detectar muy tempranamente, para que los padres tengan esas herramientas y comprendan qué está pasando en el desarrollo de sus hijos y se sientan empoderados y partícipes activos”, explica, señalando que, de hecho, los programas de intervención van dirigidos a enseñar a los padres a identificar las competencias naturales de los pequeños y a reforzarlas.
El programa se compone de nueve sesiones: a los 4, 6, 9, 12, 15, 18, 24, 30 y 36 meses, aunque puede llegar a ampliarse hasta los 48 meses, en el caso de que los profesionales sospechen que el pequeño pueda tener Trastorno del Espectro Autista (TEA) y no se haya detectado aún. Según explica la técnico de implementación, Virginia Hortigüela, los niños llegan al programa derivados desde Neuropediatría del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) o por tener familiares con TEA.
El proceso es sencillo y no resulta invasivo para el bebé, tal y como aseguran desde Fundación Miradas. Una cámara de seguimiento de mirada (tecnología eye-tracking), observa al pequeño mientras este visualiza unos videos en un ordenar. De esta forma, se observa su atención social y su interés en el entorno y en actividades de placer compartido desde los primeros meses de vida. Estos seguimientos se completan con exploraciones neurológicas, entrevistas con los padres y otra serie de cuestionarios que permiten evaluar las diferentes áreas de neurodesarrollo de los bebés.
Desde su puesta en marcha en 2017 hasta hoy, 256 bebés han participado en el programa BB Miradas, de los cuales 58 han sido diagnosticados, y se ha intervenido con 83 bebés. Actualmente hay 70 niños activos.
Desde el programa asegura que su principal objetivo es la intervención temprana, incluso antes de tener confirmado el diagnóstico, ya que BB Miradas se centra en empezar a trabajar con el pequeño desde que se empiezan ver signos de sospecha de que podría tener TEA. Por ello, consideran también muy importante que este programa pueda desarrollarse en otras zonas del país. Por el momento solo se estaba desarrollando en Burgos capital y provincia.
El programa se transferirá a once provincias españolas de la mano de la Confederación Autismo España, con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y la Fundación Carrefour. Se trasladará con el mismo protocolo de diagnóstico, y para ello se ha ido formando a profesionales de las asociaciones de autismo de estas ciudades. Después de verano, se prevé que el programa se inicie en cinco de estas once provincias, dado que dispondrán de los dispositivos de 'eyetracker', para empezar a trabajar.
Segovia y Ávila son dos de la provincias de Castilla y León que han participado en esta formación, sin embargo, no implantarán el programa en los próximos meses, al igual que ocurre con Granada, Huesca y Ceuta, que también han recibido esta formación. Asimismo, según explican desde Fundación Miradas, en 2023 esperan volver a lanzar una convocatoria en el marco de las entidades de Autismo España, para que más ciudades interesadas puedan iniciar la formación y proceso de transferencia del programa.
Cuanto antes, mejor
“Cuanto antes empieces a trabajar con los niños, muchísimo mejor”, afirma Miriam Dorado, una madre de Burgos, cuyo hijo Miguel comenzó a ir al programa BB Miradas cuando tenía 14 meses, tras derivarlos desde la consulta de Neuropediatría, “Vieron que algo de su desarrollo no iba adecuadamente y nos derivaron al proyecto. Allí decidieron que el niño tendría que entrar a hacer terapia y así fue como lo conocimos”, explica. Han pasado dos años desde entonces, y Dorado afirma que han notado mucho la mejora en el pequeño.
“Al principio lo pasé mal. Recuerdo que la primera semana no paraba de llorar, te planteas mil cosas y al final dices, el niño es el que es y yo soy la soy, estas cosas no van a cambiar y cuanto antes podamos trabajar con ello y mejorar su situación, mucho mejor”, afirma. A partir de ese primer momento, decidieron “ponerse el buzo” y empezar a trabajar para ayudar al pequeño en todo lo posible.
El programa dio a los padres una serie de directrices sobre cómo actuar en las rutinas del pequeño Miguel, tanto en la hora de juego, del baño, de vestir...etc. Una hora de explicación que luego los padres aplican en las 24 horas de la vida del pequeño, y que Miriam Dorado afirma que ya están en su rutina, e incluso aplican con su segundo hijo, Álvar, que tiene ahora 18 meses, y que desde los cuatro participa también en el programa.
Por ello, considera muy importante que este programa se pueda desarrollar en otras zonas del país, que incluso debería estar implantado en todas las ciudades, “porque sería una forma de hacer un diagnóstico precoz y mejorar su vida y su comunicación”.