El Consejo de Ministros ha autorizado este martes al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana la licitación de un contrato para la ejecución de las obras de mejora de la conexión de la Autovía del Duero con la N-122, cerca de Castrillo de la Vega, en Burgos. El valor de la acción es de un total de 14,9 millones de euros.
El tráfico de la N-122, que suele ser de largo recorrido, será absorbido por la A-11, por lo que la carretera nacional quedará circunscrita al tráfico local. En el momento actual, el elevado tráfico de vehículos pesados en esta vía dificulta la circulación de los turismos y supone un riesgo para la seguridad vial.
Después de finalizarse el tramo anterior de la A-11, el de Aranda de Duero, se impulsa el resto del corredor conformado por la Autovía del Duero para evitar el paso del tráfico de largo recorrido a través de la localidad de Castrillo de la Vega. De este modo, se elimina el riesgo de accidente en el municipio, con un aumento de la seguridad vial.
En junio de 2018 ya se pusieron en servicio 44 kilómetros de autovía, el pasado 17 de junio se dio luz verde al tramo Venta Nueva–Santiuste y otros 44 kilómetros se encuentran en fase de obras, nueve de ellos en el tramo El Burgo de Osma–San Esteban de Gormaz, en Soria, cuya apertura se prevé para el próximo año.