Alexandra González Ángel Pisano Brais Cedeira David G. Maciejewski

El barrio de La Charca del municipio burgalés de Miranda de Ebro lleva revolucionado desde primera hora de la mañana, cuando la Policía Nacional detenía al presunto autor de las cartas bomba enviadas, entre otros, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a la Embajada de Ucrania.

El detenido responde al nombre de Pompeyo González Pascual: un jubilado de 74 años, exfuncionario del Ayuntamiento de Vitoria, soltero, sin hijos, de perfil "prorruso". Aunque el hombre era vecino de la zona, cercana a la estación de trenes, pocos bares y negocios aledaños a la calle Clavel número 2, donde vive, lo conocían.

"Llevaba una vida discreta y con pocas relaciones sociales", aseguran los pocos que saben de él, tras advertir el gran despliegue policial de esta mañana, que ha dejado atónito a esta localidad de más de 35.000 habitantes.

La Brigada Provincial de Información de Madrid, en colaboración con los Tedax y la Policía Científica, han sido los encargados de la investigación, detención y posterior registro del domicilio en Miranda de Ebro de este hombre de 74 años, tras ser interceptado por los agentes cerca de su vivienda. Está previsto que en las próximas horas preste declaración ante el Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, que está investigando la causa. 

El detenido, según ha podido conocer EL ESPAÑOL, es una persona muy activa en redes sociales y, según los investigadores de la Policía Nacional, tiene conocimientos técnicos e informáticos. Además, según confirman fuentes próximas a la investigación, tras los rastreos, que se han prolongado durante toda la mañana, los agentes han encontrado material explosivo para la fabricación de artefactos caseros, similares a los que el detenido empleó para elaborar las cartas bomba.

Durante los rastreos que se llevan haciendo desde la detención tanto en su casa como en su vehículo, se ha encontrado material que permitiría la fabricación de artefactos caseros, posiblemente similares a los que fabricó para enviar esos sobres.

Momento en el que la Policía Nacional se lleva al detenido por enviar cartas con material pirotécnico al presidente del Gobierno Ical

Las cartas remitidas presentaban características similares: tienen la misma caligrafía, son del mismo color, fueron enviadas desde España, todas a través de Correos, y en ellas se halló la misma clase de sustancia explosiva.

La caligrafía de los sobres llevó a los investigadores, de entrada, a pensar en que el autor podía tratarse de una persona de edad avanzada. Y que, tal y como publicó EL ESPAÑOL, la Policía sospechaba que todos los paquetes explosivos fueron enviados por la misma persona y que se remitieron desde la provincia de Valladolid

[La Policía detiene a un español por el envío de cartas bomba a Sánchez y a la Embajada de Ucrania]

No había ninguna nota en su interior. Este diario también adelantó que se iniciaron las investigaciones con el foco puesto en los foros y grupos pro Putin en España.nLos agentes de la investigación decidieron tirar del hilo a través de las cámaras de cada una de las oficinas desde las que se enviaron los paquetes a los respectivos edificios oficiales. El recorrido hacia atrás les llevó a Castilla y León.

Al analizar los sobres y el rastro de los sellos lograron detectar la empresa que vendía ese modelo y la serie de sellos que empleó el sospechoso. Comprobando uno por uno los compradores, identificaron a un individuo residente en Burgos. En la misma comunidad desde donde se habían enviado presuntamente los paquetes. No tardaron en localizar a la persona que ahora ha sido detenida como principal sospechoso. Todos los envíos los realizó desde allí.

Los investigadores de la Comisaría General de Información han podido corroborar la participación del arrestado en el envío de las seis cartas. Si bien se presume que el detenido confeccionó y envió los artefactos explosivos en solitario, la Policía Nacional no descarta la participación o influencia de otras personas en los hechos.



En estos momentos continúa el registro del domicilio del detenido, donde los investigadores creen que confeccionó los artefactos deflagrantes. La investigación continúa abierta.

La Policía Nacional registra la casa del jubilado en Miranda de Ebro que envió cartas con material pirotécnico al presidente del Gobierno Ical

Seis cartas bomba 

Las seis cartas enviadas fueron remitidas a la Embajada de Estados Unidos y a la de Ucrania, en Madrid, a la empresa Instalaza en Zaragoza, al Centro de Satélites de la UE en la Base de Torrejón de Ardoz, a Moncloa y al Ministerio de Defensa. 

La alarma saltó el pasado 24 de noviembre, cuando se detectó la primera de las cartas bomba, que fue dirigida directamente contra el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. Todos estos paquetes guardaban las mimas características: misma caligrafía y color y enviadas a través de Correos. Además, todas ellas presentaban también una sustancia explosiva.

[La Policía investiga entre los radicales pro-Putin en España para identificar al autor de las cartas bomba]

Tras las primeras pesquisas, la Policía Nacional logró identificar que los paquetes habían sido enviados por la misma persona. Días después, el 3 de diciembre, las actuaciones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado situaron el origen del envío en la provincia de Valladolid.

La Policía Nacional registra la casa de un jubilado en Miranda de Ebro por el envío de cartas con material pirotécnico al presidente del Gobierno Ical

Lamentablemente, un hombre resultó herido en uno de estos envíos, concretamente un vigilante de seguridad de la Embajada de Ucrania. El trabajador abrió el sobre y afortunadamente lo arrojó al darse cuenta del artefacto, que explotó a dos metros de distancia, causándole una perforación leve en la mano. Fuentes judiciales subrayaron que de haberlo hecho estando el sobre en su poder, las consecuencias podrían haber sido imprevisibles.

Cabe destacar que todos los envíos tuvieron como destino la capital de España, Madrid, a salvedad de uno, que fue dirigido a la fábrica de Zaragoza Instalaza, encargada de la producción de los lanzacohetes que las Fuerzas Armadas de nuestro país enviaron a las tropas de Ucrania.

Igualmente, hace pocos días, The New York Times publicaba que el Gobierno de los Estados Unidos sospechaba que el origen de estas cartas bomba podría haber sido enviadas por una persona relacionada con grupos de extrema derecha en España a su vez conectados con grupos radicales pro Putin afincados en Rusia.

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