La Policía Nacional de Burgos ha detenido a un varón por un presunto delito de quebrantamiento de condena. También de malos tratos. El hombre, como aseguran fuentes policiales, accedió a la vivienda donde se encontraba su expareja junto a los hijos menores que tienen en común.
Fue la propia mujer quien, sin darse cuenta que su exmarido estaba accediendo a la vivienda. Llamó a la Sala del 091. Todo alertando de lo que estaba sucediendo. Informó, además, que él tenía una orden de alejamiento sobre ella.
La Policía Nacional se dirigió al lugar mientras se realizaban las comprobaciones permanentes sobre el sujeto. Constaba la existencia de una requisitoria judicial dictada el presente año por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer, con la prohibición expresa de que este se acercase a la víctima a 500 metros.
A la llegada de los agentes, la mujer estaba visiblemente nerviosa y atemorizada. Manifestaba que su exmarido había accedido a la vivienda con una actitud violenta, rompiendo útiles y mobiliario de cocina, todo ello en presencia de los niños pequeños.
En el interior del domicilio, los agentes se encontraron numerosos desperfectos y al varón en actitud violenta y desafiante, amenazando a los agentes. Con actitud agresiva. Profirió amenazas de muerte contra su exmujer, estando presente la madre de ella y sus hijos.
El detenido era joven. No había llegado a la treintena de años. Sin embargo, había sido detenido en múltiples ocasiones y por diversos delitos. Sobre el constaba una Orden de Búsqueda por la Guardia Civil de una localidad de Valladolid por un delito contra el patrimonio. El Juzgado decretó su ingreso en prisión.