En verano casi todos los planes tienen que ver con el agua. Y es que los meses de julio y agosto son muy calurosos en el país. Por eso, se tiende a buscar un rinconcito de sombra y un poquito de agua para estar a remojo y no sufrir tanto. En Castilla y León lo de encontrar una playa es una tarea un poco difícil, aunque sí hay unas piscinas naturales preciosas repartidas por la Comunidad.
Una de las grandes alternativas para aliviar las altas temperaturas es hacer una ruta por las diferentes cascadas. Y no cabe duda de que algunas de las más bonitas se encuentran en la provincia de Burgos. En algunas, incluso, hay zonas habilitadas para el baño, destinadas para aquellos aventureros.
Una de las principales está en la localidad de Pedrosa de Tobalina, en la comarca de Las Merindades. Un lugar donde se encuentra la preciosa cascada de El Peñón. Se ubica a pocos metros del margen derecho de la carretera BU 550 en dirección a la localidad de Arceniega.
La cascada de El Peñón se ubica entre dos localidades. Una orilla en La Orden de Tobalina y la otra en Pedrosa de Tobalina. Las aguas del río Jerea bajan por esta cascada siendo un gran espectáculo en época de lluvias o deshielo.
Un lugar que sorprende puesto que, quizá, muchos no sepan que por la noche se ilumina y se puede seguir disfrutando de ella a la luz de la luna. La cascada es una de las que mayor salto de agua tiene de la provincia de Burgos, y hay una zona amplia para disfrutar del baño. Además de un mirador.
Se trata de una de las cascadas más espectaculares de la península ibérica con 12 metros de altura y 100 metros de longitud. Junto a ella se encuentra el mirador de la cascada de la Tobalina, desde donde se pueden obtener las mejores vistas del salto del Peñón y de la laguna. También es importante saber que al lado hay unas escaleras que llevan hasta un antiguo molino, que se ha logrado conservar.
La cascada de Orbaneja del Castillo es la que más fama tiene de toda la provincia. Atrae a miles de turistas cada año. La localidad está en el Cañón del Ebro, que limita con la provincia de Cantabria.
El torrente nace en la Cueva del Agua y recorre las calles del pueblo. Se precipita en 25 metros de caída hacia las aguas del Ebro y produce una serie de terrazas escalonadas en forma de pozas de un color azul turquesa extraordinario, entre musgos y líquenes que parecen eternos.
Siguiendo por esta ruta de cascadas, cabe destacar la que se ubica en la localidad de Cozuela llamada Cascada de Peñaladros. Un salto de 13 metros de caída con agua todo el año y que forma un bello pozo de aguas color esmeralda.
También está la Cascada de San Miguel, formada por las aguas que vierte el río homónimo en época de crecida desde su nacimiento en la Cueva de San Miguel el Viejo. Tiene más de 200 metros de caída sobre el Valle del Angulo. Asimismo, uno de los paisajes más espectaculares y desconocidos de la Comunidad está en el noroeste de Las Merindades donde se localizan las Cascadas de Las Pisas. Concretamente están en el límite entre el Valle de Valdebezana y la Merindad de Valdeporres, muy cerca de la localidad de Soncillo.
Cerca del municipio de Quisicedo está la impresionante Cascada de Salceda. Tiene un salto de 30 metros formado por las aguas del arroyo de San Miguel y permanece escondida en el Valle de Sotocueva. Además, es la culminación de un conjunto de saltos de agua que se precipitan por las laderas de Los Montes de Somo.
No podía faltar en este recorrido el Salto del Nervión, muy cerca de Berberana. Se trata del salto de agua más grande de la Península Ibérica con casi 300 metros de altura. Las aguas se deslizan por el desfiladero de Delika y proporcionan una hermosa ruta de senderismo. Además, hay un mirador precioso en el que se puede disfrutar de la belleza que este lugar otorga.
Como vemos, Burgos no deja de sorprender y cuenta con infinitas cascadas en muchos de sus rincones. Por ello, es uno de los mejores planes para disfrutar este verano de un día veraniego.