Que en la Ribera del Duero se multiplique el número de bodegas no es noticia, pero que un municipio cuente casi con las mismas bodegas, 157, que número de habitantes, 161, es sin duda sorprendente. Esto es lo que sucede en Moradillo de Roa, denominado por su peculiar belleza la aldea 'hobbit' de España, y que es un lugar único y acogedor en la Ribera del Duero burgalesa.
Por sus calles caminan tan solo 161 vecinos y es especialmente interesante conocer como han escapado del olvido. Todo comenzó en 2015, con 300 euros para folletos, y ha acabado con la recuperación de gran parte del patrimonio vitivinícola del municipio, con unas 50 bodegas rehabilitadas.
Poder conocer la historia del resurgir del pueblo es un gran plan de enoturismo, con visita a bodegas y lagares escondidos, degustación de vinos de gran calidad y el descubrimiento de una aldea única en España, en la que el vino se elabora en las entrañas de la tierra.
El Cotarro
La tradición del vino de este pequeño municipio se remonta al siglo XV, cuando se excavaron los primeros bodegas y lagares, que se encuentran excavados bajo lo que denominan El Cotarro: un cerro que dibuja el perfil de la localidad, coronado por la Iglesia de San Pedro.
En 2015, el Ayuntamiento impulsó un plan de recuperación de este lugar único con 18.000 metros cuadrados, 157 bodegas subterráneas y siete lagares. En 2019, el patrimonio se abrió al público y sus visitantes han ido incrementándose año a año.
Además, Moradillo de Roa impulsó dos proyectos: el vino El Cotarro, que es elaborado en un lagar tradicional de 1736, y la cerveza de vendimia, que surgió con el objetivo de aunar los productos de la tierra. La cebada viene de Fuentenebro, el tempranillo en Páramo de Corcos y el albillo es variedad autóctona.
Visitar Moradillo de Roa supone viajar tres siglos atrás y sentir las raíces del vino de Ribera de Duero, aprendiendo los métodos tradicionales del vino. El vino en este místico lugar deja otro poso, por su paisaje bucólico y esa historia de lucha de El Cotarro.
El proyecto de recuperación ha recibido el Premio a la Mejor Iniciativa Enoturística Nacional de la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin), el Premio a la Mejor Iniciativa Enoturística Nacional 2017 de APAPNIDICSUR o el Premio RENACIMIENTO 2017 a la Mejor Iniciativa Enoturística. Un motivo de orgullo por el que seguir trabajando y que vino a completarse en 2020 con el Premio Patrimonio Europeo a la Conservación de Europa Nostra.
Un reconocimiento en el que el jurado ha considerado que "este proyecto es un excelente ejemplo de respuesta al declive rural, un problema presente en toda Europa", y ha valorado "la importancia de la colaboración vecinal en su ejecución y puesta en valor de un proyecto enoturístico que se integra en su paisaje, historia y territorio".