El expresidente del Senado Ander Gil, actual senador del Grupo Socialista por Burgos, se reafirmó ayer en la capital burgalesa como un “firme defensor” de la Constitución y el pacto constitucional, así como de la “España descentralizada”. Así lo indicó durante su intervención en la presentación del libro ‘Repartiendo el café. 40 años de descentralización política en España’, del profesor del Área de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Burgos, Sergio Pérez Castaños. 

“El Senado cumple y cumplirá el papel que le otorga la Constitución Española. Hacemos lo que manda la Constitución, y a algunos nos gustaría que hiciera más”, afirmó en su intervención Gil, que recordó que el sistema actual presenta “áreas de mejora importantes que requieren del reforzamiento de las capacidades territoriales”. En este punto, defendió la importancia de la “cogobernanza”, una palabra que asegura que irrumpió con fuerza en el debate político durante la pandemia. “Nos enseñó a todos que colaborar ya no era una opción, sino una obligación”, apuntó Gil. 

Una enseñanza que confesó que él esperaba que permaneciese y que los territorios dejasen de “enfrentarse” para “cooperar con el fin de asumir los grandes retos que tenemos por delante”. “Necesitamos cooperar, permanecer unidos. No para ser muy grandes, sino más fuertes”. Recordó así a los asistentes al encuentro que tuvo lugar en el Teatro Principal de Burgos, que la Cámara Alta cuenta ya con algunas “herramientas” que “reforzarían esas cogobernanzas”. Hizo así un llamamiento a los presidentes de las Comunidades Autónomas a “sentarse en una misma mesa con el Gobierno para hablar”. “Esto debería suceder, pero no es tan fácil”, apuntó.

“Si algo tenían claro quienes llegaron al pacto constitucional era la España que no queríamos ser, una España centralista y uniforme”, subrayó el senador socialistas, que defendió la importancia que ha tenido en España la “descentralización”. “Ha sido una buena decisión política, nos ha dado los mejores años de nuestra historia. Paz y estabilidad”, agregó. En esta línea indicó que se debe “terminar la litigiosidad entre Estado central y Comunidades Autónomas”.

Asimismo señaló que la “diversidad” que no la “desigualdad” que hay en España “no puede ser entendida como un problema”, y recalcó que la descentralización del país ha permitido que algunos territorios tengan un “nivel de desarrollo que antes no tenían”. “Este sistema ha permitido revertir esas desigualdades. La alternativa es un estado centralista”, dijo. 

“Soy partidario de cumplir la ley. No entro en el debate de mercadeo. Si un territorio decide reformar su estatuto de autonomía y asumir algunas competencias más, me parece una decisión legítima”, dijo, a la vez que recordó que para reformar la Constitución se necesitaría “una mayoría de las dos Cámaras”. “No me parece que esté hoy en día cerca de alcanzarse”, apuntó. 

Asimismo, a preguntas de los asistentes sobre el papel que tendría la Cámara Alta ante un hipotético cambio en la Constitución, dado que actualmente el Senado está gobernado por el PP, mientras PSOE gobierna en funciones, el expresidente de la Cámara Alta recordó que la Constitución le otorga un “papel secundario”, y por ello considera que “no podría entorpecer las leyes del Gobierno”. 

“Aquellos que albergan alguna esperanza de utilizar una Cámara parlamentaria para buscar las cosquillas a un Gobierno, le hace un flaco favor a nuestro Gobierno”, afirmó, y expuso que “utilizar una institución como arma arrojadiza” no es “bueno” para España, y por tanto lo “desaconseja”.

’Repartiendo el café. 40 años de descentralización política’

Tal y como explicó el autor durante la presentación, ‘Repartiendo café’ nació fruto de la “olvidada” celebración del 40 aniversario del cierre del proceso de construcción de las Comunidades Autónomas. Según explicaron en la presentación, fue en 1983 cuando se acaba el proceso con la aprobación de los cuatro últimos Estatutos y comienzan otros pasos para estructurar nuestro sistema de organización territorial del Estado.

En esta monografía, el autor compila más de una década de estudio de la descentralización política y económica multinivel, tanto desde el punto de vista de la ciudadanía como de las herramientas del Estado. Durante la presentación, lamentó también que la descentralización que hay en España ha provocado que haya “dos velocidades” con comunidades “de vía rápida y otras que van más despacio”. “Para que todos entendamos que tener competencias en nuestro poder a un nivel más cercano es útil y beneficioso, primero tenemos que generar herramientas en nuestro Estado”, dijo, a la vez que indicó que el Estado “no puede y no debe legislar sin tener en cuenta las competencias de las Comunidades Autónomas”. 

El propio autor explica que esta obra tiene un carácter divulgativo, pero sin olvidar el rigor académico. “He tratado de combinar una visión pedagógica con una más académica, de tal manera que tanto si quien lo lee sabe mucho sobre el tema como si simplemente interesa le la descentralización, el federalismo o por qué tenemos un sistema tan diferente al de otros países, “Puedo pasear por sus diferentes apartados y aprender un poco más de nuestro proceso”, afirmó. El libro presenta así una perspectiva constructiva, donde señala las disfuncionalidades de la organización territorial del país y los posibles cambios que podrían ayudar a mejorar el sistema.