Ocho denuncias habían sido interpuestas en la provincia de Burgos han desatado una macroperación policial contra el cibercrimen en España que ha acabado con hasta 13 personas detenidas y una investigada por la comisión de diferentes ilícitos penales vinculados a la estafa, accesos a equipos informáticos y daños, usurpación de identidad, blanqueo de capitales y pertenencia a grupos fiminales.
En estos últimos meses la Comandancia de Burgos había registrado hasta ocho denuncias por estafas en el sector de la cibercriminalidad, coincidiendo en el engaño de su modus operandi que tenía por objeto la consecución de dinero.
Las investigaciones, que primeramente se iniciaron de forma individualizada por cada víctima, se fueron dirigiendo hacia una macrooperación al encontrar varias bandas sin conexión entre ellas pero que operaban desde gran cantidad de partes de España (municipios y capitales de provincia de Alicante, Málaga, Murcia, Logroño y Madrid).
Los ciberdelincuentes hacían uso de técnicas que se conocen en el argot policial como 'smishing' como variedad de 'phishing', BEC (Business E-mail Compromise) y la denominada de forma coloquial como 'esfata del hijo en apuros'.
Los miembros de las bandas criminales tenían variadad y numerosas cuentas bancarias, tanto europeas como nacionales, para no levantar las sospechas, tratar de dificultar su seguimiento y repartir el dinero estafado.
El montante económico detectado por estos ilícitos penales llegaba al millón de euros, siendo 452.000 euros en grado de tentativa. Los agentes lograron bloquear 451.000 euros que ya ha sido devuelta a las víctimas, entre las que hay empresas, particulares y corporaciones locales.