Burgos ha acogido, este sábado 30 de diciembre, una suelta de más de 2.000 farolillos con el objetivo de recaudar fondos que faciliten la llegada del agua potable a la población de la isla Idjwi, en la República Democrática del Congo, dentro del Lago Kivu. Con esta iniciativa solidaria, Proyecto Rubare-Fundación Kiyu-Jambo busca recaudar dinero para colocar otros cinco o seis grifos en puntos estratégicos de la isla y llegar a miles de personas.
Se trata de la octava ocasión en la que se celebra esta iniciativa, que se acompaña de una exposición de traída de aguas en Businga, en esta zona tan deteriorada del planeta. Según explica el presidente del Proyecto Rubare-Fundación Kivu-Jambo, Tomás Martínez, el reto de esta edición era vender 2.000 farolillos, y recaudar con ello 8.000 euros para la adquisición de estos grifos. La subvención de la Junta para financiar una parte del proyecto permitió instalar 15 grifos en varios puntos estratégicos a los que la población se pudiera acercar. Proyecto Rubare-Fundación Kivu-Jambo aportó una cifra para alcanzar la veintena de grifos, y con esta suelta de farolillos se buscaba recaudar lo suficiente para aumentar esta cifra.
El punto elegido para celebrar esta acción solidaria fue el Paseo Sierra de Atapuerca, ubicado en la capital burgalesa, a las 18 horas. Aquellas personas interesadas en participar, pudieron adquirir los farolillos, por un precio de cuatro euros, en determinadas tiendas de la ciudad. Martínez recuerda que los farolillos son “cien por cien biodegradables”, ya que están hechos de papel de arroz, ignífugo, que se desintegra “muy rápidamente” en pocos días. Además, el aro de los farolillos también está elaborado de un material biodegradable, en este caso, bambú.