La segunda fase de la operación Habitat-Mena2 ha culminado con el esclarecimiento de otros cuatro nuevos robo con fuerza en las cosas que se les atribuye a la banda que robó hasta en 42 viviendas en diversas provincias, entre ellas cinco de Castilla y León. Dos de los detenidos en la primera fase están siendo investigados por su supuesta participación, en diferente grado de autoría, en estos presuntos delitos. Han logrado esclarecer robos en La Rioja, Valladolid, Cantabria y Asturias.
Los primeros resultados de esta investigación se conocieron el pasado mes de noviembre, cuando Guardia Civil y Ertzaintza detuvieron a cinco personas como presuntos autores de 42 robos en interior de viviendas. Durante dicha fase, realizaron registros en domicilios de Cantabria y Bilbao, recuperando varios objetos sustraídos.
Los trabajos han permitido recuperar un reloj de pulsera robado en una vivienda de La Rioja el pasado mes de agosto, mientras que también han vinculado otros ilícitos en domicilios de Valladolid, Cantabria y Asturias, donde el modus operandi era similar y por la distancia y la inmediatez en las fechas de los asaltos permite relacionar los mismos con este grupo criminal.
Dos de los entonces arrestados, que quedaron en libertad con cargos, E.U y N.D.G, de 33 y 37 años, están siendo investigados en estos momentos en Bilbao como presuntos autores de estos últimos robos mencionados.
Las diligencias instruidas por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Burgos, unidad que ha llevado a cabo las investigaciones en el marco de esta Operación, han sido presentadas en el Juzgado de Instrucción Nº 2 de Villarcayo.
Modus operandi del grupo ya desarticulado
Los integrantes de la banda no dudaban en hacer largos desplazamientos para perpetrar los delitos, estudiaban la ubicación de sus objetivos, vías de escape, presencia policial, horarios y rutinas; asaltaban habitualmente primeras viviendas en ausencia de sus moradores.
Empleaban vehículos a los que cambiaban las placas de matrícula; un conductor siempre al volante para facilitar la huida, el resto se desplegaba en labores de vigilancia y accediendo al interior de las casas.
Acometían el ilícito rápidamente, removían cajones y armarios, hacían acopio de dinero, joyas y objetos pequeños, pero de gran valor, de fácil transporte para su posterior introducción y venta en el mercado negro.