La Guardia Civil de Burgos detuvo el pasado domingo al conductor del turismo accidentado esa misma mañana entre las localidades burgalesas de Villasandino y Grijalba. Un siniestro vial que cobró la vida de un hombre de 40 años que viajaba en el asiento delantero derecho.
Y es que, según la Guardia Civil, tras el accidente, el conductor abandonó el lugar y dio positivo en la prueba de alcoholemia en aire aspirado que se le practicó en el momento de su localización, dado que presentaba síntomas evidentes de haber ingerido alcohol y de encontrarse bajo su influencia.
La prueba arrojó resultados de 0,80 y 0,79 mg/l. Triplicaba, por tanto, el valor máximo reglamentario, por lo que ha terminado siendo detenido como presunto autor de los delitos de abandono del lugar del accidente, contra la seguridad vial por conducir un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas y de homicidio por imprudencia. Sin embargo, el juez ha decretado su puesta en libertad en la mañana de este lunes.
El accidente tuvo lugar sobre las 06:30 horas del domingo, cuando el coche en cuestión se salió de la vía por el margen derecho y volcó en un camino asfaltado ubicado entre las citadas localidades, quedando con las cuatro ruedas hacia arriba en el cauce de un arroyo.
Sin embargo, la primera llamada que alertó del suceso se produjo sobre las 08:05 horas, siendo poco después cuando la Guardia Civil se personó en el lugar de los hechos. A su llegada, los agentes tan solo se encontraron el coche y el hombre fallecido en su interior. Ni rastro del conductor.