La Conferencia Episcopal llama al diálogo a las clarisas de Belorado y habla de "engaño" de los "sedevacantistas"

Ha tardado en pronunciarse, pero la Conferencia Episcopal Española, la institución más alta de la Iglesia Católica en nuestro país, por fin se ha pronunciado respecto al caso de las monjas clarisas de Belorado, que a comienzos de semana comunicaban su intención de adherirse a la doctrina propulsada por el 'obispo' excomulgado Pablo de Rojas Sánchez-Franco.

En un comunicado publicado en sus canales oficiales, llamaban a las monjas clarisas de Belorado al diálogo tras conocer el contenido del "manifiesto" difundido la noche del pasado domingo, donde han detectado un discurso que propugnan "aquellos que niegan la validez del Concilio Vaticano II y son denominados 'sedevacantistas'".

"El texto parece inspirarse en los principios básicos de esta corriente y, concretamente, entronca un grupo que es considerado una secta por varios expertos", han destacado en su escrito desde la Conferencia Episcopal.

Así, tildan de "tono ofensivo y recriminatorio" el utilizado en la misiva y critican algunos términos como el de "sumisión a un falso obispo y supuesto líder de una secta". De la misma forma, han señalado que estos términos no son propios del "modo habitual de comunicarse de estas hermanas", que además ahora se manifiestan con expresiones "confusas que parecen fruto de engaños".

De la misma forma, recalcan que los motivos de "descontento" mostrados en la carta, aludiendo así a los problemas inmobiliarios que venían acusando las monjas clarisas, tienen "vías de solución distintas de la determinación que en ella se expresa". "No encontramos relación proporcionada entre las causas expuestas y la conclusión a la que se llega", afirman.

Además, ante la sospecha de que las hermanas pudieran estar obligadas a esta situación, desde la Conferencia Episcopal piden que cada monja clarisa de Belorado y Orduña, ejerciendo su "libertad de conciencia", pueda expresar su postura sobre la decisión que comunicó la madre abadesa en la carta. Y es que consideran que, ante los acontecimientos expuestos, "no todas las hermanas suscriben la carta".