El caso de las monjas clarisas de Belorado, aducidas por la doctrina del falso obispo excomulgado Pablo de Rojas Sánchez-Franco, está dando la vuelta al mundo. Y es que la renuncia de éstas al Papa Francisco y a la Iglesia Católica y su acercamiento a esta organización contraria al Concilio Vaticano II, ha despertado el interés de muchos expertos en sectas que han analizado los parámetros y comportamientos del supuesto líder. Uno de ellos es el zamorano Luis Santamaría, uno de los mayores expertos teológicos de nuestro país y que ya en un libro publicado el año pasado sobre las 99 sectas de origen cristiano en España aparecía mención a la Pía Unión de San Pablo Apóstol, creada por Pablo de Rojas hace dos décadas. "Este caso es un punto de inflexión a nivel histórico en nuestro país en la percepción del problema que suponen las sectas", recalca el zamorano.
"Una secta es un grupo social depredador que practica el mimetismo y el señuelo", según Vicente Jara. Esta definición, que para Santamaría es "muy apropiada", hace que el caso de la Pía Unión de San Pablo Apóstol tenga "esos ingredientes". "Es un grupo que capta personas, utilizando el mimetismo haciéndose pasar por la única iglesia católica verdadera y cuidando mucho esa imagen de iglesia preconciliar y tradicional", explica el experto en declaraciones a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León.
Como señuelo, afirma, utilizan el presentarse como la "única ancla de salvación y la última oportunidad en este mundo para salvarse de la condenación". La forma de actuar se basa en el aprovechamiento de personas que "quizás sean nostálgicas de una iglesia anterior y que no estén contentas o estén desconcertadas ante los cambios que va experimentando la iglesia católica sobre todo en esta última década con el papado de Francisco".
Santamaría incide en que en el caso de Belorado, a la hora de acercarse a las hermanas, esto ha sido "muy seleccionado" y no una pesca de arrastre por parte de Pablo de Rojas y su séquito. "El localizar esta comunidad de monjas y tenderles la trampa o con la colaboración y complicidad de la madre abadesa ha sido algo muy calculado", recalca.
El experto advierte de que muchas personas dentro de la iglesia católica están siendo víctimas de "una gran desinformación interesada" que se basa en "teorías conspiranoicas de lo más irracional". Precisamente, una de las teorías que abraza esta Pía Unión es la ausencia de Papa desde que muriese Pío XII en 1958. Son considerados "sedevacantistas".
Lo que no se esperaba Santamaría es que la organización de Pablo de Rojas pudiera alcanzar la notoriedad a la que ha llevado. "Aparecía analizada en mi libro, pero poco más", admite. Y es precisamente esa irrelevancia anterior comparada con la gran exposición actual lo que hace que este caso marque un "punto de inflexión a nivel histórico en nuestro país en la percepción del problema que suponen las sectas".
"Todo parece indicar que ha habido ahí un encuentro, cuyo resultado ha sido explosivo, entre el líder sectario (Pablo de Rojas) y la abadesa (Sor Isabel de la Trinidad), que, según apuntan fuentes eclesiásticas, ejercía su cargo con un evidente abuso de poder y de conciencia", puntualiza.
Y es que en opinión de Santamaría, en este caso se ha producido una "simbiosis" entre dos personas que quieren aprovechar la ocasión para "sacar un beneficio, más allá del económico, que es claro con toda la operación inmobiliaria, de una cierta retroalimentación de esos delirios que ciertamente los tiene Pablo de Rojas y que, si no es psicópata la abadesa del monasterio, comparte". "Esos rasgos narcisistas y paranoides de personalidad que son muy propios de los líderes sectarios y que se ven muy claramente en Pablo de Rojas en la abadesa empiezo a sospecharlos", insiste.
Aunque afirma no conocerle personalmente, tras su análisis en redes sociales y apariciones en medios de comunicación, para Santamaría, todo en Pablo de Rojas es "teatralidad y parafernalia". "Vive de la imagen y del escaparate", explica. Precisamente, preguntado por ese escaparate, con imágenes conocidas donde aparece con sirvienta y mayordomo y cómo ha podido aducir a esas personas, el experto zamorano señala que no conoce el caso concreto de "estos dos supuestos empleados".
"Pablo de Rojas lleva dos décadas embaucando a personas a las que convence de todos esos delirios eclesiásticos y nobiliarios y sacando donativos. Aunque él siempre ha declarado que el patrimonio del que goza es de origen familiar, algunas fuentes apuntan y así me lo han dicho a que eso no es cierto y se trataría todo el dinero que está empleando, de dinero que ha conseguido de sus simpatizantes a los que engaña con su discurso falaz", subraya.
Preguntado sobre si los líderes sectarios suelen moverse por motivos económicos o se relaciona más con problemas psiquiátricos o psicológicos, el experto en sectas explica que lo "más común, y en el caso de Pablo de Rojas yo creo que es así, lo económico siempre está presente, pero no se trata tanto de un fin como de un medio para llevar adelante esos delirios y esa convicción mesiánica que tienen". "Sin conocer personalmente a Pablo de Rojas y sin atreverme a hacer un diagnóstico que yo no estaría capacitado para hacer, no hace falta saber mucha psicología para ver que es una persona con unos rasgos de personalidad preocupantes", añade.
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