La pugna entre las monjas rebeldes de Belorado y el arzobispo de Burgos no cesa y solo hace que incrementarse cada día que pasa. Las religiosas se han negado este martes a entregar las llaves del convento, cuando se cumplía el último día del ultimátum dado por el arzobispo para la entrega de las mismas, y han acusado a Mario Iceta de "querer quedárselo para venderlo". El portavoz de las religiosas, José Ceaceros, además, ha asegurado que la denuncia contra el arzobispo sigue adelante y le ha acusado de tener una motivación económica con la venta de los tres monasterios.
"Si no me las han entregado a mí, que no puedo abrir la verja, cómo se las van a entregar a otra persona", ha señalado Ceaceros en declaraciones ante los medios a las puertas del convento. Y ha sido contundente al defender la decisión de las religiosas. "¿Usted se iría de su casa?", se ha preguntado el portavoz.
Ceaceros ha confirmado también que la denuncia interpuesta contra el arzobispo de Burgos por parte de las religiosas rebeldes "sigue adelante" aunque ha apuntado que "las cosas de palacio van despacio". Y ha lanzado un dardo a Iceta. "Lo que no puede hacer es quedarse con el dinero de las monjas porque eso sí que es un verdadero crimen", ha afirmado.
La Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, que apoya a las monjas de Belorado, ha acusado de forma directa al Arzobispado de Burgos de querer "imponer el Derecho Canónico" para "quedarse los conventos" y disolver su congregación y en este sentido también se ha pronunciado Ceaceros en su intervención ante los medios.
"Quiere quedarse con los inmuebles para luego venderlos, no tienen vocaciones, si cada vez tienen menos seguidores la confesión católica por toda la mafia que es", ha señalado. Y se ha preguntado qué va a hacer Iceta con tres inmuebles. "¿Los va a llenar de vocaciones?, no me hagan reír por favor", ha afirmado. Además, ha insistido en que el arzobispo "se quiere quedar con los tres inmuebles, disolver la entidad, echar a sus legítimas propietarias y venderlos para convertirlos en dinero".
Además, las clarisas de Belorado han avisado a la Guardia Civil y solo ha podido acceder al convento la notaria María Rosario Garrido para hablar con las religiosas y transmitirles las notificaciones sobre el proceso canónico abierto.
Las monjas han señalado, además, en un comunicado publicado en las redes sociales, que avisaron al Instituto Armado tras acusar a los enviados del arzobispo de haber irrumpido de forma "no autorizada" en el convento para exigir las llaves "sin documento alguno que lo avale". Un episodio más en un cisma que no parece tener visos de resolverse a corto plazo.