La cuenta atrás para la excomunión de diez de las 16 famosas monjas de Belorado (Burgos) ha comenzado. Según informa la Agencia Ical, tienen hasta mañana para entregar al Arzobispado de Burgos las llaves del monasterio. Una medida que se ha adoptado a raíz de que la delegación que acudió al monasterio el pasado jueves, constatase la "nula intención de dialogar de las clarisas", pero que no implica que tengan que abandonar en este momento el inmueble. 

En cualquier caso, será la notaria la que notifique este martes al Arzobispado si se han depositado las llaves y, a partir de ahí, los servicios jurídicos determinarán los siguientes pasos a dar.

Además, también está en juego su expulsión del convento. El arzobispado de Burgos se ha puesto duro y ha dado diez días, a contar desde el pasado viernes, hasta el próximo 16 de junio de plazo para que se retracten de lo hecho hasta ahora. Así, el arzobispo de Burgos y comisario pontificio, Mario Iceta, está dispuesto en dejarlas excluidas de la comunión eclesial y que dejen de ser monjas católicas.

Según, el decreto hecho público por las propias religiosas, y donde criticaban las formas en las que habían entrado en su convento, estas tres de las consagradas díscolas, las que se personaron en la comisaria de Logroño para denunciar al arzobispo, tendrán que presentarse el próximo día 16 ante el Tribunal Eclesiástico de Burgos para ratificar su ruptura con la Iglesia católica. Y las restantes, es decir, otras diez clarisas, en 15 días (el 24).

Esas otras 10 monjas son las que salieron en el Programa de Ana Rosa Quintana. Iceta ha mostrado mano dura y quiere acabar con este cisma cuanto antes, ya que el circo que se está montando a nivel mediático no está favoreciendo nada. Si estas diez monjas deciden permanecer bajo el amparo de Pablo de Rojas (el falso obispo) y su colaborador José Ceacero, ese mismo 24 de junio se firmará su excomunión «latae sententiae», esto es, automática, según adelantó ReligiónDigital. Una sentencia que no necesita del OK de Roma, ya que ahora mismo Iceta ha recibido poderes por parte de la Santa Sede para poder hacerlo.

En este documento publicado por las monjas clarisas se puede leer que "habiendo tenido conocimiento de las manifestaciones de Sor Isabel de la Trinidad de abandono de la Iglesia Católica mediante un llamado 'manifesto católico', así como una carta, y la solicitud de tutela de don Pablo Rojas, manifestamos rechazo, y que constituyen delito de cisma, cuya pena prevista en el canon 1364, lleva consigo la expulsión de la vida consagrada". Por este motivo, solicitan que se presenten ante el Tribunal para "alegar  causa justa o que le excuse".

Además, se iniciarían los trámites para su desalojo de las instalaciones por la vía civil, aunque en este caso llevaría más tiempo al tratarse de temas legales. Los dos cabecillas de esta revuelta ya han recibido el burofax para que abandonen las instalaciones, aunque no parecen estar muy por la labor.

 

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