¿Un escritor nace o se hace? Puede que con el paso de los años, vayamos generando un poso de conocimiento y sabiduría que nos permita escribir historias sobre romanticismo, crímenes, eventos históricos o futuristas, pero hay personas que tienen un don especial, una sensibilidad que les permite hacer lo que les marca el corazón.

Esa varita mágica con la que unos pocos son tocados, ha señalado a una niña de 10 años. Burgalesa de nacimiento pero leonesa de corazón, Virginia Mota Sáenz de Miera, ha publicado su primer libro, una historia “tanto para niños como para mayores” de esas que pellizcan el corazón. Porque detrás de ‘María, la niña mágica en el mundo de las hadas’ se esconde una historia muy personal.

María es la hermana de Virginia, y tiene autismo. Un espectro que, en el caso de María, le hace quedarse mirando fijamente las cosas. Y en uno de esos instantes, su hermana se preguntó “¿Qué estará mirando que yo no veo nada? Y de su respuesta, nació esta historia. Porque Virginia cuenta a El Español Noticias Castilla y León, que se dijo a sí misma que “sólo podía ver a María viendo hadas”, y el resto vino después.

Una historia que narra la historia en el pueblo de las dos hermanas, donde una de ellas ve hadas y la otra no. ¿Por qué se estará riendo si no se ve nada? Se pregunta una de las protagonistas, algo que el lector descubrirá en este tierno libro.

María mirando fíjamente un objeto

Unas páginas llenas de ternura y de verdad, acompañadas por unos dibujos “que he hecho yo misma”, confiesa Virginia, que añade que esa parte es la que más le ha costado.

El cuento que nació de ese momento con su hermana María, tuvo un objetivo para esta joven escritora, que “ningún niño autismo esté solo y que el resto del mundo piense que estos niños son mágicos y no raros”. Algo que Virginia, a su corta edad, ha tenido que sufrir en los ojos de otros niños, cuando jugaban en el patio y alguno se quedaba mirando a su hermana, una actitud que la molestaba.

Ahora, en el colegio Peñacorada, de León, donde estudia Virginia, sus compañeros, como si se tratara de un club de lectura, le preguntan orgullosos cómo se le ha ocurrido esa idea, a lo que ella contesta con la inocencia de una niña de 10 años, y con la historia de su hermana.

Virgina posa con su libro

Su madre, que ayudó en la parte más farragosa de encontrar una editorial para publicar el libro, confiesa que Virginia en muchos momentos les da fuerzas, porque “siempre ve lo positivo en todo” y coincide con su hija en señalar que lo que espera que más le guste a la gente sea la historia y el mensaje que tiene, porque “es el corazón del libro”, afirma la joven escritora.

A partir de las 19:00 horas de hoy, en El Corte Inglés de Burgos, esta historia tendrá un nuevo punto de inflexión, la presentación y firma de ejemplares. Un momento para que todo el mundo vea “los seres mágicos que son los niños con autismo” desde los ojos más puros, los de una niña de 10 años.