El pequeño pueblo burgalés que vio nacer a un famoso jugador, trotamundos del fútbol: "Es mi refugio"
- A sus 69 años, continúa entrenando a equipos. Pese a tener su lugar de residencia en Madrid, no olvida sus raíces y visita, cuando puede, su “humilde cuna”.
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La localidad burgalesa de Quintanilla de las Viñas se sitúa a 35 kilómetros al sureste de Burgos, con acceso por la carretera N-234. Pertenece al municipio de Mambrillas de Lara y cuenta con apenas una decena de habitantes. Se halla en plena Tierra de Lara, a dos kilómetros de Lara de los Infantes, bajo una gran muela caliza.
A las afueras del lugar, yendo hacia Lara de los Infantes, nos encontramos con su ermita visigótica, del siglo VII, un templo del que solo se conserva el ábside y la nave transversal. Sin embargo, estos elementos sirvan para que sea considerada como una de las joyas de la arquitectura visigoda.
Allí nació, hace 69 años, Miguel Ángel Portugal, conocido futbolista que, tras una brillante carrera como jugador, continúa entrenando y ha pasado por conocidos banquillos de equipos de Castilla y León como el Real Valladolid, Burgos o la Arandina.
“Aunque viva en Madrid, para mí, Quintanilla de las Viñas es mi refugio. Allí recargo las pilas. Son mis raíces. Siempre las he llevado conmigo y siempre mando un mensaje, hablando de charlas motivadoras, allá por donde voy: ‘No dejes que tu cuna humilde apague tus grandes sueños’”, afirma en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.
Su cuna humilde
Miguel Ángel Portugal nació, como confiesa, por “antojo” de su madre en Quintanilla de las Viñas. Sus padres vivían en El Elgoibar (Guipúzcoa) porque su padre era Guardia Civil y estaba allí destinado. Fue en Quintanilla de las Viñas donde pasó sus primeros cuatro años de vida.
“Después, mi padre fue destinado a Quintanilla Sobresierra, también en Burgos, y viví allí hasta los diez años, cuando recalé en el colegio seminarista de San Gabriel de los Padres Pasionistas en Zuera (Zaragoza) donde permanecí hasta los 14 años”, confiesa nuestro entrevistado.
Durante esos primeros años de su vida, el burgalés pasó todos los veranos en casa de sus abuelos maternos en el pequeño pueblecito en el que nació. De ahí su arraigo con el lugar y gracias al recuerdo cariñoso de esas temporadas estivales.
“El balón me gustó desde muy pequeñito. Me recuerdo regateando por las eras de las dos Quintanillas. A mis amigos. Goleaba en una portería entre dos piedras. Después, en el colegio de Zuera, el estudio cobró una gran relevancia y empecé a destacar, formando incluso parte del equipo infantil y jugando el Campeonato de España”, afirma Miguel Ángel Portugal.
Como jugador, un enamorado del fútbol
Con 14 años, nuestro protagonista dejó el seminario para marcharse a vivir a Burgos con sus padres. A estudiar. Sin embargo, rápido, en infantiles, firmó con el San Felices donde comenzó a firmar su carrera como jugador.
“Un día, nos estaban viendo jugar en un parque. El entrenador del Atlético Burgalés, un equipo amateur, se fijó en mí y me ficharon. Allí pasé dos años de juvenil ganando el campeonato al Burgos Club de Fútbol, que era el favorito”, nos explica.
Tras ser elegido para la Selección Oeste Juvenil (la actual Castilla y León) le llamaron para probar suerte en el Real Madrid y acabó fichando por el Real Madrid C, aunque en junio acabaría firmando por el Burgos Club de Fútbol.
“Al año siguiente subí al primer equipo con Muller de entrenador. Debuté con 19 años en un partido de Copa del Rey ante el Real Unión de Irún. Pese a ello, y al no contar conmigo en muchos partidos me fui cedido en enero al Mirandés, de 2ª B, donde fue el segundo máximo goleador del equipo lo que me llevó a volver al Burgos, de nuevo”, añade, haciendo un repaso a su trayectoria como jugador.
Sería Arsenio, ya en el Real Madrid, el que confiaría en el burgalés. Allí estuvo cuatro temporadas, con una cesión intermedia en el Cádiz en la 81-82. Después pasó por el Rayo Vallecano, el Castellón, el Real Burgos, ya que el Burgos Club de Fútbol desapareció por impagos, el Real Valladolid y el Córdoba, donde acabó su carrera como futbolista a los 35 años.
“Me considero un enamorado del fútbol que vio cumplido su sueño sin esperar nunca que éste se cumpliría”, añade.
Su carrera como entrenador
Tras colgar las botas, la pasión por el fútbol de Miguel Ángel Portugal no se podía ir de los terrenos de juego por lo que comenzó su carrera como entrenador en la Arandina, en Tercera División y después al Real Madrid Castilla, entre la 1997 y la 1999.
Ha pasado por el Racing de Santander, ha sido secretario técnico del Real Madrid, y se marchó hasta Bolivia para entrenar al Club Bolívar, en junio de 2012 y llegando incluso a sonar, en 2015, para coger las riendas de la Selección, alqo que finalmente no se concretó.
El 21 de octubre de 2015 ficha por el Real Valladolid y tras ser destituido ha pasado por Argelia, India y Bolivia, de nuevo. Su último club fue el Guabirá, en el país boliviano.
Una carrera amplia de un hombre que lleva el nombre de su pueblo burgalés, allá por donde va.