Ayala reconoce que la salida de Vox ha sido una "espina" y apuesta por tender la mano "a izquierda y derecha"

La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, reconoció hoy que la salida de Vox del equipo de Gobierno municipal ha sido una “espina” en 2024, pero apostó por la “mano tendida a izquierda y derecha”; es decir, tanto a esa formación como al Partido Socialista.

“La situación del Gobierno ha cambiado, al quedarnos en minoría, y eso conlleva que las modificaciones presupuestarias y los temas que se tengan que aprobar en el Pleno deben contar con el apoyo de otras fuerzas políticas, por lo que tenemos que mirar a ambos lados”, aseveró.

En este sentido, aseguró que resultaría “muy difícil” de explicar a Vox y PSOE que no apoyen proyectos que beneficien al conjunto de la ciudadanía. “Tendrían que dar muchas explicaciones a los burgaleses si no se aprueba unas cuentas con 30 millones de inversiones”, sentenció.

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De momento, apostó por rebajar el “clima de tensión” y dejar de “vociferar” en los plenos y acabar con los insultos a los miembros del equipo de Gobierno, en referencia al portavoz del grupo socialista, el exalcalde Daniel de la Rosa. 

Con motivo de un desayuno informativo para hacer balance de 2024 y abordar los principales objetivos del equipo de Gobierno para 2025, Ayala lamentó la pérdida de estabilidad con la salida de Vox, tras negarse a aprobar los Presupuestos. Eso sí, reiteró que “nadie les ha echado por que se han echado ellos solos”.

No en vano, precisó que en el momento en que no se votan a favor las cuentas, no tiene sentido seguir en el equipo de Gobierno municipal. Al respecto, recordó que las cuentas son la “herramienta fundamental” para llevar a cabo las inversiones y los proyectos necesarios para la ciudad.

La alcaldesa defendió la postura del Partido Popular porque, a su juicio, la estabilidad de la capital y la aprobación de los Presupuestos no podían depender de “quitar” las ayudas a tres asociaciones que trabajaban con población inmigrante.

Posteriormente, decidió poner su cargo a disposición por si otros grupos políticos optaban por presentar una moción de censura antes del 30 de diciembre, algo que no ha ocurrido.

Cristina Ayala lanzó el mensaje de que Burgos está “en marcha”, algo que no estaba hace año y medio, tras salir de la “inoperancia” que lastró la ciudad con el Gobierno socialista de De la Rosa.

Subrayó que se cerró el año con 80 obras ejecutadas, que han supuesto una inversión de más de diez millones; otra decena que está a punto de empezar y más de una docena de proyectos que está en proceso de redacción. Además, hay 18 a punto de salir a licitación.

De ahí que se mostrara “razonablemente satisfecha” con 2024 y el año y medio de gestión desde que llegó a la Alcaldía. “Dijimos que 2024 tenía que ser un año de proyectos por que los procesos de contratación en la administración pública son largos en el tiempo”, apuntó.

Además, contrapuso estos avances con lo que ocurre con el Gobierno de España, con unos presupuestos prorrogados desde 2022 y proyectos que afectan a la provincia que se “eternizan” o “paralizados”, como ocurre con el tren directo de Burgos a Madrid.

Ricardo Ordóñez ICAL

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También, valoró la actuación de la Junta de Castilla y León, que ha desatascado el Parque Tecnológico de Burgos y ha avanzado en la construcción del centro de salud El Silo, sin olvidar el “compromiso” de Alfonso Fernández Mañueco con un “gran proyecto” para la ciudad como es la Facultad de Medicina. 

Entre otros proyectos que se han puesto en marcha, la alcaldesa de Burgos citó la remodelación del Parque Félix, las actuaciones para mejorar las instalaciones deportivas, las paradas de autobús accesibles, las peatonalizaciones de Gamonal, los carriles bici de Reyes Católicos y la calle Vitoria.

Las obras del Castillo y la rehabilitación del Pueblo Antiguo de Gamonal, con la compra de siete parcelas para construir vivienda joven. También, mencionó la disolución de los consorcios, la mejora del Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) y los avances en la política de Personal para cubrir las plazas.

Cultura, patrimonio e industria

Ayala subrayó que la política del equipo de Gobierno, a medio plazo, gira en torno a la cultura, el patrimonio y la industria. A su juicio, es “evidente” el cambio del ocio en la ciudad, que ha conllevado una mayor atracción de turistas. 

De cara a 2025, se refirió a la próxima licitación del centro cívico de Fuentecillas, los aparcamientos del Silo, la continuidad del Bulevar ferroviario hasta la N-120, la remodelación del Puente del Castillo, la demolición del Mercado Norte, la construcción del carril bici de la avenida de la Constitución, la mejora de la Iglesia de San Juan, las 20 viviendas jóvenes en San Cristóbal, la pasarela de La Ventilla, los accesos a Villatoro y Cortes, la compra de 64 bicicletas eléctricas o la ampliación del Monasterio de San Juan, entre otras. 

Ayala añadió el cambio dado a la Sociedad para la Promoción y Desarrollo de la Ciudad de Burgos (ProBurgos), que servirá para vender la industria de la ciudad, con un plan que se presentará a lo largo de este ejercicio, además de los trabajos iniciados en la candidatura para que Burgos sea la Capital Europea de la Cultura en 2031.

Otro de los hitos para este año será la celebración de la final mundial de la World Dance Cup, que reunirá en julio a 25.000 personas, por lo que se convertirá en el mayor evento de su historia.

En cuanto a la tasa de basuras, una “imposición” que viene del Gobierno de Pedro Sánchez para “meter oz y coz” en la autonomía fiscal de los ayuntamientos, la máxima edil apostó por demorar su aplicación para 2026. “Queremos ver lo que hacen otros consistorios y si, finalmente no queda más remedio, ponerlo en marcha, aunque estudiamos compensarlo con otros impuestos para que, al final de la legislatura, los burgaleses no paguen más que hace cuatro años”, concluyó.