Habrá sido por el frío, los pocos copos de nieve que caían en ese momento o la amenaza de granizo, pero el caso es que pocos funcionarios han participado esta mañana en la primera movilización para exigir la jornada laboral de 35 horas y protestar contra la precariedad y la interinidad. Convocaban los sindicatos Csif, CCOO y UGT y se ha sumado la CGT, pero apenas han  asistido doscientos funcionarios, incluyendo los liberados de cada de los sindicatos. Poco respaldo.

Los manifestantes dieron la vuelta al ruedo de la plaza circular de la Inmaculada y, al final, se apiñaron delante de la Subdelegación del Gobierno, donde gritaron las consignas que traían preparadas: Jornada laboral de 35 horas semanales en vez de las 37,5 actuales; eliminación de la tasa de reposición y convocatoria de oposiciones, sobre todo para Educación y Sanidad; descenso de la interinidad del 20% actual hasta el 8%, como máximo; rejuvenecimiento de las plantillas; y el pago del 100% del salario durante las bajas laborales.

Denuncian los sindicatos que en los años de crisis se han reducido 15.000 empleos públicos en Castilla y León y que la aplicación de la jornada de 35 horas podría crear 4.000 empleos nuevos, 500 de ellos en la provincia leonesa.

La próxima movilización será el 4 de abril, delante de la sede de la Junta de Castilla y León en la capital leonesa.