Un total de 530 efectivos de la Policía Nacional de las demarcaciones de León y San Andrés del Rabanedo y 70 de la Guardia Civil en el alfoz vigilan desde hoy y, al menos, durante los próximos 14 días el cumplimiento de las restricciones establecidas por la Junta de Castilla y León en ambos municipios ante la incidencia del COVID-19.



Tal y como explicaron fuentes de Subdelegación del Gobierno a Ical, las Policías Locales de ambos ayuntamientos, la Policía Nacional de cada demarcación y la Guardia Civil en el alfoz trabajan de manera coordinada para “intentar cubrir todo entre todos”.



Para ello, establecen controles aleatorios para tratar de cubrir todo el perímetro, fundamentalmente las entradas y salidas de ambos municipios.