Los representantes del Ayuntamiento de León y del Cabildo de la Catedral volvieron a escenificar este año la tradicional fiesta de Las Cantaderas, una tradición que llena de humor y colorido el casco antiguo de la capital leonesa en el día grande de las fiestas de San Froilán. Las circunstancias sanitarias impidieron el año pasada la celebración de la ceremonia en el mes de septiembre y su suspensión se materializó con la entrega, en el mes de diciembre, de una ofrenda de 600 euros a la Catedral por parte del alcalde de la ciudad, José Antonio Diez.
De esta manera, el Consistorio quiso mantener viva una tradición que sólo se había suspendido en tiempos de guerras y que este año volvió a poner de manifiesto el divertido desacuerdo entre autoridades municipales y eclesiásticas sobre la obligatoriedad de la ofrenda por parte del Ayuntamiento. Por este motivo, la ceremonia también se conoce como Foro u Oferta, según la postura que se adopte en la discusión.
Según la tradición popular, esta fiesta declarada de Interés Turístico Regional conmemora la victoria cristiana en la Batalla de Clavijo y la liberación del legendario tributo de las Cien Doncellas, que los reyes asturleoneses venían pagando anualmente a los califas musulmanes. Aunque se desconoce la fecha de la celebración de la primera ofrenda, consta una primera referencia escrita en el año 1501.
Agradecimiento por la ayuda divina en la batalla
Como agradecimiento por la ayuda divina en esa batalla, las autoridades civiles entregan desde entonces a las eclesiásticas una ofrenda de pan, fruta y flores. Como ocurre en la ceremonia de las Cabezadas, que se celebra el último domingo de abril, el debate gira en torno a la obligatoriedad o no de esta ofrenda del pueblo a su templo. Con palabras afiladas pero siempre educadas, cada estamento defiende su postura y el resultado en todos los casos es un empate.
En la actualidad, la ceremonia tiene como elemento más reconocible al grupo de jóvenes ataviadas a la usanza medieval, que bailan al ritmo marcado por la ‘sotadera’, la mujer que debía instruirlas en las costumbres musulmanas. En la jornada de hoy, los combatientes dialécticos en el claustro de la Catedral fueron el concejal de Desarrollo Urbano, Luis Miguel García Copete, en nombre del Ayuntamiento, y el administrador de la Pulchra, Mario González, en representación del Cabildo de la Seo.
El homenaje desenfadado a este episodio de la historia del antiguo Reino de León congregó ante la Seo a numerosos vecinos, aunque efectivos de la Policía Local se encargaron de velar por el cumplimiento de las normas obligatorias de distancia sanitaria y de aforos.