Cuando somos pequeños siempre andamos divagando y soñando sobre lo que nos gustaría ser de mayores. La infancia nos ofrece una imaginación sin límites, tanto que a veces a lo largo de nuestra niñez soñamos con mil profesiones, hoy queremos ser veterinarios, mañana policías y pasado los mejores arquitectos del mundo.
Pero...¿Quién no ha soñado de niño alguna vez con ser bombero?
Si rebuscas un poco entre los juguetes de tu infancia seguro que encuentras el típico camión de bomberos con el que tantas historias y aventuras has vivido en tu imaginación. Desde apagar un incendio, hasta el hecho de salvar a un gato atrapado en un árbol.
El trabajo de bombero es uno de los que siempre ha estado rondando en la cabeza de los más pequeños. Es casi tan parecido al de un superhéroe, pero en este caso llevando casco, manguera y un uniforme.
Puede que sea un trabajo llamativo entre los niños, ya que es lo más cerca que pueden estar de salvar el mundo. Este desea nos ha recorrido la cabeza de principio a fin siempre que creabamos una historia desde cero en nuestra cabeza. Ese entusiasmo natural e instintivo de ayudar a los demás siempre ha permanecido presente y la profesión de los bomberos se encuentra cada vez a un paso más cerca de fascinar a las expectativas de muchos niños con ganas de cambiar el mundo.
Las luces, la sirena, el apartarse de los vehículos al paso del camión en emergencia, la adrenalina, la acción... toda esa aventura a traves de los ojos de un niño hace que los bomberos sean vistos como héroes sin capa.
Pero la realidad es que detras de ese casco, de las sirenas y de los chorros incesantes de agua se encuentran personas de a pie que hacen su trabajo lo mejor posible con una vocación real que intentan transmitir cada vez que ocurre un suceso.
Por otro lado como grandes referentes de los niños, no solo estan los dibujos animados o los superhéroes, sino que entran en juego los padres. Son muchos los padres que acuden con sus hijos e hijas a visitar a los bomberos para que les enseñen las instalaciones, les monten en algún camión, les pongan el casco e incluso les dejen tirar agua con la manguera.
Todo eso acompañado, de una foto con algún bombero, hace que la imaginación y la ilusión de los niños se dispare y salgan del parque con la convicción de que algún día ellos serán esos grandes superhéroes urbanos a los que tanto admiran.
Por ello, desde el parque de bomberos de León decidieron plasmar en un pequeño vídeo lo que a menudo ven al cabo de sus jornadas. Y es que, su trabajo no solo depende de acudir a incendios, rescates en accidentes de tráfico, aperturas de puerta, inundaciones, siniestros en mercancías peligrosas....sino que también está entre sus tareas la de motivar, desde bien pequeños, a futuros bomberos para que continúe el servicio con vocación e ilusión.
En el vídeo se muestra la admiración hacia la profesión del bombero desde los ojos de un niño. Todo comienza por un camión rojo de juguete con el que se pasa horas jugando. Por ello, la madre le lleva al Parque de bomberos de León, donde trabaja su padre, para que vea como es en realidad el trabajo que hacen día a día.
"Tenían coches como los míos",ya vemos que poco se escapa de la vista de los niños cuando se trata de esa pasión que les nace dce dentro. Desde el Parque de bomberos quisieron mostrar tal y como era su trabajo haciendo ver al niño que no se separaba tanto de su imaginación.
"Me dijeron que lo que sentía se llamaba vocación", y es que esa es una de las cosas más importantes para cualquier trabajo, la vocación. Transmitir a los niños ese sentimiento desde tan pequeños es crucial para que tengan motivaciones en un futuro y se sientan realizados en lo que hagan día a día.
Seguro que muchos niños nunca antes habían prestado atención a los viejos juguetes de papá, pero ahora, ya no pararán de pensar en ellos.