El 5 de marzo de 1954, hace 69 años, un aviador natural de la localidad berciana de Ponferrada logró un hito histórico que quedaría marcado para siempre en los anales de la Historia. Demetrio Zorita, que por aquel entonces contaba con 36 años de edad y una dilatada experiencia en la aviación militar, consiguió superar la barrera del sonido con su avión, un total de 1.200 kilómetros por hora, algo que no había alcanzado a lograr ningún español hasta el momento.
En concreto, el piloto berciano logró alcanzar este hito histórico en la base aérea de Bretigny, cerca de la localidad francesa de Marsella, pilotando un avión reactor Mystère, donde se encontraba realizando un curso de piloto de pruebas desde el mes de agosto del año anterior. Una proeza que incrementó el ya reconocido prestigio del piloto ponferradino en el mundo de la aviación, aunque no pudo disfrutarlo durante mucho tiempo ya que falleció en accidente de avioneta solo dos años y medio después.
Los orígenes: León y la guerra civil
Demetrio Zorita nació en la localidad berciana de Ponferrada el 5 de octubre de 1917 y ya desde niño mostró su inquietud por la mecánica, llegando a hacer pruebas de automovilismo a la temprana edad de 10 años. Cuando estalló la guerra civil, en julio de 1936, Zorita contaba con tan solo 18 años, estaba en León y se encontraba preparándose para ingresar en la Escuela de Ingenieros de Caminos.
El joven ponferradino terminó alistándose en el ejército sublevado, ingresando como voluntario en abril de 1937 en el Regimiento de Infantería Burgos y participando en combates en el Frente de León, concretamente en la zona de La Robla. Después sería destinado a la localidad vizcaína de Guernica y participó en varias batallas en el Frente de Vizcaya.
A finales de año vuelve a León, participa en diversos combates en la provincia, y finalmente es elegido para realizar un curso de piloto de avión en la Alemania nacionalsocialista, por sus conocimientos del idioma germano, el que sería su primer contacto con el mundo de la aviación. En ese momento, Zorita acababa de cumplir 20 años.
Después de regresar a España, fue nombrado alférez provisional de la Aviación Española y se le encuadró en el grupo de caza 2-G-3, que estaba comandado por el aviador Joaquín García-Morato. Tomó parte en diversos combates en Teruel y en la ofensiva sobre Valencia y en enero de 1939 se le destinó a la escuadrilla 8-E-3, con la que combatiría en Extremadura, Campanario, Zarzacapilla y Cabeza de Buey. Al finalizar la guerra, Zorita contaba ya con más de 400 horas de vuelo, un total de 119 servicios de guerra y había participado ya en siete combates aéreos.
La posguerra y la Escuadrilla Azul
Después de finalizar la guerra, en abril de 1939, ingresó como alumno en la primera promoción de la Academia de Aviación de León donde obtendría, en el mes de julio de 1941, el grado de teniente de la Escala del Aire. En aquel momento, en el marco de la Segunda Guerra Mundial, el dictador Francisco Franco había enviado a la división de voluntarios conocida como División Azul a apoyar a la Alemania nazi en su ataque la Unión Soviética. El Ejército del Aire, por su parte, envió a la Escuadrilla Azul para apoyar a la Luftwaffe alemana en sus ataques aéreos sobre suelo ruso.
Después de graduarse, Zorita solicitó alistarse en la recién creada Escuadrilla Azul, siendo admitido junto con otros 16 pilotos que conformarían la Primera Escuadrilla Expedicionaria, dirigida por el comandante Ángel Salas Larrazábal. Después de un tiempo de estancia en la Escuela de la Luftwaffe en Alemania, gracias a sus conocimientos de alemán, Zorita fue el primer español que partió hacia el frente ruso, participando en una primera acción de guerra en el mes de agosto.
El 2 de octubre iniciaría finalmente su actividad la Escuadrilla Azul, desde las ciudades de Minsk, Konaja y Kalinín, siendo empleada en misiones de cooperación con las tropas de tierra y realizando ataques habitualmente contra el suelo, llegando a destruir un tren de material de guerra el 27 de octubre. El 5 de noviembre, el teniente Zorita derribó una avioneta de enlace enemiga derca de Denewo. Finalmente, el 12 de enero de 1942, la Escuadrilla volvía a España, con un total de 460 servicios de guerra y cinco de los pilotos caídos en combate.
El hito histórico: el primer español supersónico
Tras volver a España, se le destinó a Canarias, fue ascendido a capitán y se casó en 1945 con María del Carmen Rieckers, a la edad de 28 años. En 1949 se diplomaría en el Estado Mayor y llegaría a ascender a comandante. Entre 1950 y 1952 fue destinado al Estado Mayor y pasó después al Escuadrón de Experimentación en Vuelo, que se encontraba adscrito al Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica Esteban Terradas, en la base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid.
En agosto de 1953 fue enviado a realizar el curso de piloto de pruebas en el Centre d’Essais en Vol de Bretigny, cerca de la localidad francesa de Marsella. El director del centro, tras comprobar las extraordinarias capacidades que tenía el ponferradino, le concedió la autorización para que tratase de cruzar la barrera del sonido, un total de más de 1.200 kilómetros por hora. El 5 de marzo de 1954, finalmente, hace 69 años, se convirtió en el primer español en superar la barrera del sonido a bordo de un avión de tipo Mystère. Una proeza que incrementó el ya reconocido prestigio del piloto ponferradino en el mundo de la aviación, aunque no pudo disfrutarlo durante mucho tiempo ya que falleció en accidente de avioneta solo dos años y medio después.
El 27 de noviembre de 1956, cuando se encontraba en la base aérea de Torrejón de Ardoz haciendo las pruebas de un prototipo de avioneta Dewoitine, esta terminó por caer a tierra, falleciendo el piloto ponferradino en el accidente. Zorita fue ascendido al puesto de teniente coronel a título póstumo y durante su carrera recibió varias condecoraciones, entre las que se encuentran la Cruz del Mérito Aeronáutico, la Cruz de Guerra y la Medalla Aérea, que se le concedió a título póstumo, 10 días después de su muerte.
En diciembre de 1956 el Ayuntamiento de León bautizó una calle con el nombre del aviador y una vía ponferradina también recibió el nombre de Zorita en octubre de 1971. Un recuerdo que también tiene en una calle de Madrid este ponferradino que consiguió el hito de ser el primer aviador español de la historia en superar la barrera del sonido hace ahora 69 años.