El actual organista de la Catedral de León, Francisco Javier Jiménez Martínez, cesará su cargo tras su nombramiento en 2020. Un oficio que asumió con la debida autorización de su obispo y con un nombramiento por tres años. Sin embargo, el 23 de junio finalizará este periodo. 

Se encargaba de ocupar el oficio que vino desempeñando Samuel Rubio. Y esta decisión ha provocado una gran polémica por redes sociales. 

Francisco Javier Jiménez no ha tardado en cargar contra el cabildo y el obispo ya que, según expone, se han visto influenciados por Samuel Rubio. Este fue el organista titular de la Catedral de León desde 1977 y se jubiló el año pasado. 

En su lugar, designaron al granadino como predecesor pero no fue un nombramiento fácil puesto que consideraban que no reunía los méritos suficientes para ocupar el puesto y que, al parecer, pesaba más la parte religiosa que artística. 

En este sentido, Jiménez Martínez ha puesto el siguiente mensaje en su perfil: "Estimados amigos, os informo que el cabildo catedral y el señor obispo, por influencia de Samuel Rubio, me han echado de organista de la Catedral de León. Nadie ha salido en mi apoyo, ni dentro ni fuera. Estoy completamente hundido y no sé qué será de mí en los próximos días. Gracias a los que en este tiempo me habéis estado apoyando". 

Sin embargo, no se quedaba ahí y continuaba expresando que "este delito de odio, que es materializado en mi expulsión de la Catedral de León, tendrá sus consecuencias". Finalmente, terminaba con un mensaje amenazante: "Apriétense los cinturones".

El organista no ha tardado en publicar en su cuenta que ha finalizado su trabajo en la Catedral de León. Una noticia en la que algunas personas le han comentado que estaban entristecidos y él respondía tajante: "Yo veo envidia en todo esto, pero sobre todo veo odio"