El TSJCyL ha revocado la sentencia de la Audiencia Provincial de León que condenaba a un berciano a dos años de prisión y a pagar una multa de 4.000 euros por un presunto delito de abuso sexual a su vecina, una menor de 16 años discapacitada por poseer un cociente intelectual de 71 con déficit intelectual leve, al considerar que en el caso existe una falta de pruebas y que la versión de la menor carece de veracidad, dado que se trata de "una narración en la que se aprecian dudas y falta de claridad y carente de la rotundidad necesaria como para enervar la presunción de inocencia que ampara al acusado".
Según el Tribunal, no se ha podido probar que el acusado accediese al domicilio de la menor, que casualmente era propiedad de la madre del acusado, y le efectuara tocamientos, tal y como constaba en la denuncia.
Además, explican que las palabras de la menor son contradictorias porque atribuye la autoría del delito a su vecino después de haber afirmado no saber quién fue quien abusó de ella, que tampoco terminan de cuadrar los tiempos y que resulta un tanto sorprendente que el cuidador de la menor denunciase los hechos nueve días después de que supuestamente ocurrieran.