Dos mujeres de 65 y 91 años, un hombre de 67 y una cuarta persona de la que se desconoce información alguna se han intoxicado en un domicilio situado en la avenida José María Fernández de León por un posible escape de gas, según han confirmado fuentes de la Policía Local.
Los hechos ocurrieron el pasado martes 12 de septiembre sobre las 23:43 horas, cuando el Centro de Emergencias 112 de Castilla y León recibió una llamada a través de la cual se solicitaba asistencia sanitaria para dos personas que se encontraban mareadas y con náuseas.
Entonces, la sala de operaciones pasó la alerta a Emergencias Sanitarias - Sacyl, que movilizó una Unidad Medicalizada de Emergencias y una ambulancia de soporte vital básico.
A su llegada al lugar de los hechos, el personal sanitario comunicó la detección de niveles altos de monóxido de carbono y que el malestar de las víctimas podría deberse a una intoxicación por esta causa, por lo que se dio aviso a la Policía Local, a la Policía Nacional y a los Bomberos de León, que movilizaron seis efectivos con tres vehículos. También se informó de lo ocurrido a a la empresa instaladora de gas.
Finalmente, los servicios de emergencias tuvieron que atender a cuatro personas, tras lo cual la mujer de 65 años y el hombre de 67 fueron trasladados en UVI móvil al hospital de León, mientras que la mujer de 91 fue evacuada al mismo hospital, pero en ambulancia de soporte vital básico. La cuarta persona también precisó ser trasladada a un centro hospitalario, pero por el momento se desconoce a cuál y en qué medio.
La Policía Local ha informado que, mientras los servicios sanitarios atendían a los intoxicados, varios agentes procedieron al desalojo de otros 20 vecinos que habitaban en 14 viviendas del inmueble con el fin de realizar una inspección más exhaustiva.
Así, se pudo conocer que la posible acumulación de monóxido de carbono pudo deberse a las obras llevadas a cabo ese mismo día para la instalación de una nueva caldera comunitaria, manteniendo en uso la de mayor antigüedad, con combustible de carbón.
Una vez ventilado el edificio, se procedió al realojo de los residentes a sus viviendas, a excepción de dos de ellas, concretamente, las más afectadas por la acumulación de gas.