“Yo tendría que estar luchando contra la enfermedad de mi hijo y no contra esto. Algo que es tan fácil de entender poniendo poco de empatía y de sentido común. Es un sentimiento de rabia y dolor”. Es el lamento de una madre que lleva más de un año luchando para que su hijo, de seis años (para siete este próximo lunes), venza a una leucemia. Sin embargo, en el último mes se ha encontrado con otra dificultad: la ley de Educación y la Junta de Castilla y León.
En un municipio de León, y contrario a lo que suele ocurrir, Sara Álvarez cree que su hijo Adrián no tendría que pasar de curso, de Primero a Segundo de Primaria, le gustaría que repitiera. Pero tiene una razón de peso, lo hace “por su bien” y siendo consciente de la situación que está pasando y que pasará el pequeño. Sin embargo, la LOMLOE no lo permite y decide que el menor tiene que pasar de curso en base a la ley. Algo que niega la familia, y es tan fácil de entender cómo que el pequeño en el curso pasado no pudo acudir regularmente al colegio por culpa de estar ingresado y con numerosas pruebas, ya que se ha sometido a un severo tratamiento de quimioterapia con desplazamientos a Salamanca desde su pueblo, Toreno, un municipio leonés de El Bierzo de casi 3.000 habitantes. La familia no ve preparado a Adrián para afrontar este reto en el CEIP Valladares Rodríguez de Toreno.
Se han puesto en contacto con la Dirección Provincial de Educación en León y con la Consejería de Educación de la Junta, pero la respuesta siempre es la misma. La ley estatal lo dice así. No hay nada que hacer pues solo se puede repetir en cursos pares, es decir, Segundo, Cuarto o Sexto. Algo que repatea a Sara, que solo pide un poco “de empatía” y, sobre todo, que piensen en su hijo. “Se les llena la boca con el bienestar de los niños, pero a la hora de la verdad, nadie piensa en ellos. ¿Van a saber ellos lo que es mejor para un hijo que una madre?”, lamenta a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León.
La madre de Adrián cuenta con dolor que el pasado curso su hijo apenas ha tenido contacto con el colegio. Una profesora iba al propio domicilio familiar, pero solo durante cinco horas a la semana y con un Adrián recién llegado de las sesiones, cansado y con falta de atención. Por lo tanto, el temario y los conocimientos que le ha trasmitido durante este tiempo es muy escaso y el contenido no se ha dado como para que este pequeño de seis años pueda enfrentarse a un nuevo curso. Por eso ha solicitado que su hijo repita, “algo que normalmente los padres nunca queremos, pero sabemos que es lo mejor para él”, insiste.
La familia solicitó el no pase de su hijo, pero el inspector de Educación lo rechazó “sorprendentemente”, algo que como indica su madre es recriminado por otros padres y por otros profesionales como logopedas o psicopedagogos, que le han comentado que lo mejor sería que Adrián no pasara de curso para poder “habituarse” al ritmo escolar después de varios meses de mucho sufrimiento por culpa de la leucemia. Este periódico se ha puesto en contacto con la Consejería de Educación de Castilla y León que se ha remitido a la ley estatal de la Lomloe para no poder realizar la petición de la familia. "La ley aprobada por el Gobierno no lo permite, si le dejamos en el mismo curso estaríamos incumpliendo la ley y no podemos hacerlo", aseguran.
Lo curioso es que la ley no permite repetir curso en número impar, es decir, sí lo podría hacer el año que viene después de hacer Segundo. Pero Sara mira más allá. “Sé que el año que viene va a repetir curso porque ahora no alcanza el grado de madurez requerido para empezar este curso, pero será peor, y otro trauma para mi hijo. De eso nadie se da cuenta”, asegura. Además, han creado en la plataforma Chance una campaña para lograr su objetivo donde solicitan firmas para lograr su objetivo.
"Lucharé por otras familias"
Este martes Adrián arranca el colegio, por lo que “es casi imposible” cambiar la situación, pero Sara se encuentra tan concienciada con este tema que quiere seguir luchando para que otras familias no pasen por este trance. “Voy a intentar por todos los medios que esto se rectifique, si no es por Adrián, será por el resto. Bastante duro es lidiar con un cáncer para hacerlo también con las administraciones”, recrimina y recuerda que su hijo seguirá estos meses en tratamiento por lo que su rendimiento no será el óptimo para un nuevo curso, “para ellos es un número de expediente y no miran cómo se encuentra”.
Sara, casi abatida, reprocha el “abandono total” que está teniendo por parte de todas las administraciones en un caso tan fácil de solucionar. Hasta el punto de que reconoce que el regreso a las aulas de Adrián era para ella una “gran noticia”, pues significa ver la luz “en el túnel de la enfermedad”, pero ahora mismo se ha convertido en una “pesadilla”. “Estoy al borde del precipicio y me voy a caer”.