El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha ratificado la condena de 25 años de cárcel para el hombre que mató a su expareja de 36 años en Mansilla de las Mulas en abril de 2021, al desestimar el recurso de apelación interpuesto por la defensa del acusado ante la sentencia de la Audiencia Provincial de León, con fecha 2 de noviembre de 2023.
En dicho recurso alegaban "vulneración de derechos fundamentales, infracción de los principios de contradicción y equilibrio de las partes procesales" y reclamaban la nulidad de todo el proceso. Sin embargo, el Alto Tribunal ha terminado rechazando estos argumentos y reafirmando, por tanto, la sentencia que le condenaba a 21 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía, con los agravantes de parentesco y género; a otros tres años por allanamiento, ya que rompió la puerta del domicilio para poder acceder a la vivienda de la víctima; y a un año y medio más por un delito de maltrato habitual.
Además, el acusado tendrá que pagar cuatro indemnizaciones que ascienden a un total de 128.138 euros, aunque, contra esta sentencia cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
Tal y como figura en el auto del TSJCyL, los hechos ocurrieron en la noche del 18 al 19 de abril de 2021, en Mansilla de las Mulas, horas después de que ambos quedasen a tomar algo en la localidad y de que, tras ello, la joven acercase al acusado a su casa en León.
Ya en su vivienda, en vistas de que la mujer no atendía ni a sus llamadas ni a sus mensajes, y bajo la creencia de que esto se debía a que estaba con otro hombre, el agresor decidió trasladarse al domicilio de la víctima y entrar en el mismo forzando la puerta principal.
Tras una intensa discusión en el interior de la vivienda, el hombre dio a la que en ese momento era su expareja un golpe en la cabeza, siendo después cuando le propinó tres puñaladas en la espalda con un cuchillo de 20 centímetros que cogió de la cocina, propiciando así su fallecimiento.
El acusado y la víctima mantuvieron una relación con varias idas y venidas en las que, al parecer, el agresor siempre mantuvo un comportamiento "agresivo, celoso, posesivo y dominante". Sin embargo, ella nunca llegó a denunciar.