Llega el verano y no todos tienen el privilegio o la idea de acudir a una playa marítima. También hay personas que buscan mayor tranquilidad y, sobre todo, naturaleza. Para ello, existen parajes, lagos naturales o artificiales -como presas- que hacen las delicias de los amantes del campo. Es el caso del embalse de Barrios de Luna, la gran reserva de agua de León. Y, que de paso, está a poco más de 55 kilómetros de la capital.

El entorno del pantano de Luna se merece una visita para recrearse en su entorno sin prisas. Esta zona natural de la provincia de León cuenta con una actividad recreativa que crece cada día y con múltiples actividades. Cabe destacar la pesca, deportes náuticos, caza, senderismo y, cómo no, el baño estival

Un par de kilómetros antes de cruzar la frontera entre Asturias y León por la autopista Ruta de La Plata A-66, se encuentra uno de los paisajes más admirables de la geografía española. Un rincón en el que el cielo y las montañas se reflejan en el agua de un impresionante embalse cual espejo en los días de sol y escenario para una película navideña cuando la nieve tapa las cumbres y los valles. Es Barrios de Luna, un lugar millones de veces fotografiado y con una extensa historia.

Como en la inmensa mayoría de los embalses españoles, en donde ahora hay agua antes hubo pueblos que sus habitantes tuvieron que abandonar con la subida del nivel de las aguas. En el caso de Barrios de Luna fueron trece los municipios los que se vieron muy afectados o fueron abandonados por la construcción del embalse: Arévalo, Barrios de Luna, Campo de Luna, Casasola, Cosera, Lagüelles, Láncara, Mallo, Miñera, Mirantes, Oblanca, San Pedro y Santa Eulalia.

El embalse de Luna se erige majestuosamente en la provincia de León. Conocido por su imponente tamaño y su importancia estratégica en la gestión hídrica regional, este embalse se sitúa como el mayor de su tipo en la región, desempeñando un papel crucial en la regulación del caudal del río Luna y en la generación de energía hidroeléctrica, además de su uso recreativo para pesca, deportes náuticos y baño.

Puente Carlos Fernández Casado, sobre el embalse de Luna Jcfll44

Historia y Construcción

El proyecto de construcción del Embalse de Barrios de Luna se remonta a mediados del siglo XX, con el objetivo principal de controlar las avenidas del río Luna y aprovechar sus recursos hídricos para la generación de electricidad. La construcción de la presa comenzó en la década de 1960 y se prolongó durante varios años, culminando en su finalización y puesta en servicio en la década de 1970, con la visita de Franco a su inauguración.

El embalse de Barrios de Luna tiene una capacidad de almacenamiento considerable, con una superficie que se extiende sobre una vasta área de terreno. Se alimenta principalmente del río Luna y sus afluentes, captando el agua proveniente de las precipitaciones y las escorrentías que descienden de las montañas circundantes. Esta infraestructura hidráulica no solo proporciona una reserva estratégica de agua para León, sino que también regula el caudal del río para mitigar los efectos de las crecidas y asegurar un suministro estable durante todo el año.

El embalse cumple múltiples funciones vitales para la comunidad y el entorno natural circundante. Además de servir como una fuente crucial de agua para usos agrícolas, industriales y domésticos, desempeña un papel crucial en la generación de energía hidroeléctrica. Las turbinas instaladas en la presa aprovechan la fuerza del agua almacenada para producir electricidad de manera eficiente y sostenible, contribuyendo así a la seguridad energética de la región.

A pesar de su impacto en el entorno natural, el embalse de Luna ha creado un ecosistema acuático propio, proporcionando hábitats para diversas especies de flora y fauna acuáticas. Además, su entorno boscoso y paisajes circundantes ofrecen oportunidades únicas para actividades recreativas y turísticas, como la pesca deportiva, la navegación, el senderismo y el baño. Estas actividades no solo promueven el turismo local, sino que también fomentan la conservación y el disfrute responsable del medioambiente.

Embalse de Luna lleandralacuerva

Dos últimos detalles de interés sobre Barrios de Luna. El primero es que aún queda una pequeña muestra de lo que fue el castillo de Luna, en el que según un romance, doña Ximena, hermana del rey Alfonso II el Casto, se enamoró de Sancho Díaz, Conde de Saldaña. De ese asunto nació Bernardo del Carpio, algo que al monarca no le hizo ninguna gracia. Así, encerró a su hermana en un convento de monjas y a su amor en las mazmorras de Luna después de dejarle ciego.

Y el segundo es que los interesados en la arqueología tienen todo un 'parque de atracciones', como recomienda Escapada Rural, en el territorio ya que en él se encuentra uno de los mayores yacimientos de trilobites –artrópodos propios de la Era Paleozoica– de España. Historia, arquitectura y aguas cristalinas.

En resumen, el Embalse de Barrios de Luna representa un ejemplo notable de ingeniería hídrica, integrando a la perfección la conservación del medioambiente con el desarrollo económico y social. Con su impresionante tamaño y multifuncionalidad, sigue siendo un pilar fundamental en la gestión hídrica de Castilla y León, asegurando un suministro confiable de agua y energía para las comunidades locales y más allá, y un lugar para el recreo natural.