El Gran Premio de Velocidad de La Bañeza se ha teñido de luto en su 63.ª edición. Y es que Javier Álvarez Pérez, de 47 años, perdía la vida en el Complejo Hospitalario Universitario de León tras haber sufrido un accidente en los entrenamientos correspondientes a la categoría de 125 centímetros cúbicos, Moto 3.
Motivo por el cual este evento, que consigue reunir a centenares de personas cada año, ha comenzado con un minuto de silencio en su memoria. Era en la última vuelta del circuito cuando el piloto, de origen gallego, se chocaba contra una valla de seguridad y salía despedido, golpeándose con un muro.
No sólo eso, sino que uno de los participantes también ha querido rendir un especial homenaje. Lo hacía con su número en la moto y dando una vuelta a la moto en memoria de Javier. Junto con una mirada y dedo al cielo para recordar a uno de los componentes de la escudería coruñesa MMG Racing.
Desde la organización convocaron a las 22:30 horas a los pilotos participantes en su categoría para explicar lo sucedido y que ellos fueran quienes tomaran la decisión de continuar o no con el evento. Una decisión que terminó siendo favorable y una carrera que se ha llevado a cabo pero, como no podía ser de otra forma, con muchos recuerdos al gallego.
Un evento masivo en el que han participado más de 80.000 aficionados y turistas, aumentando significativamente las cifras respecto al año anterior.
Un lugar donde se dan cita los mejores pilotos del motociclismo a nivel nacional e internacional pese a que este año ha estado teñido de negro por el trágico suceso que ocurría un día antes del evento.