Castilla y León está repleta de pueblos preciosos, llenos de encanto, historia y cultura. Lugares que no dejan indiferente a nadie y que merecen ser visitados al menos una vez en la vida. Una tierra llena de atractivos donde cada provincia guarda algún tesoro único.
Si nos adentramos en la provincia de León, hay un sinfín de rincones maravillosos para visitar. Pero lo cierto es que hay un pequeño pueblo que destaca mucho más que el resto por su belleza y así lo ha afirmado National Geographic, quien le ha incluido entre los más bonitos de España y el que más belleza tiene de León.
Se trata de Peñalba de Santiago y, pese a que es una localidad bastante pequeña, seguro que en alguna ocasión has oído hablar de él. Está inmersa en el Valle del Silencio, antiguamente conocido como senda de los monjes. Tan sólo cuenta con 15 habitantes y pertenece al municipio de Ponferrada, en la comarca del Bierzo. Una aldea compacta en la que las casas se ubican en torno a la iglesia, una joya mozárabe conservada desde el siglo X.
Este precioso lugar fue elegido por los monjes anacoretas para el aislamiento y construcción de monasterios y ermitas. Un pueblo que ha sido declarado Bien de Interés Cultural desde 2008 y desde 2016 también forma parte de los Pueblos Más Bonitos de España.
Las casas de esta aldea son realmente maravillosas. Están hechas con pizarra y suelen ser de dos plantas, separando las cuadras y bodegas que, habitualmente, van en la planta baja. Uno de sus principales atractivos es la iglesia que se remonta al reinado de Ramiro II. Un tesoro inigualable que se ha convertido en un Monumento Histórico- Artístico Nacional en 1931.
Sus calles empedradas, llenas de historia y el silencio que guarda esta aldea la hacen todavía más especial. Aunque cierto es que muchos acuden a la zona enamorados por su entorno natural, otro de los grandes atractivos. El mirador merece una parada obligatoria para disfrutar desde las alturas de una inmejorable panorámica. Un espectáculo visual donde contemplar las cumbres de la Silla de la Yegua, el Pico Tuerto y la Aguiana.
Una peculiar leyenda
Como en todos los lugares, siempre hay leyendas que atraen a los turistas y convierten el lugar en un espacio más especial. En esta zona hay una que explica que un religioso benedictino llamado Genadio, después de ser obispo de Astorga y fundar varios monasterios en la zona del Bierzo, se retiró a los Montes Aquilianos.
Un día gritó 'silencio' y consiguió que se enmudeciera el agua. El río se ocultó en la montaña tan bella que allí se sitúa y de ahí viene la historia del nombre del valle. Un espacio de paz donde también, como curiosidad, hay una cueva en la que se dice que San Genadio pasó sus últimos días.
La deliciosa gastronomía
Acudir a este precioso lugar merece también una parada para desgustar su deliciosa gastronomía. Hay muchas comidas especiales pero sin duda destaca el chuletón de vaca, el caldo de montaña, quesos y embutidos caseros o botillo.
Uno de los sitios favoritos de los turistas es La Cantina, una taberna tradicional. Los clientes califican el establecimiento como un bar "pintoresco" con unas "vistas maravillosas" y donde destacan algunos platos como el cocido montañés, el chorizo o el lacón.