El TSJCyL ha condenado a un médico de 64 años, trabajador de un centro de salud de un pueblo de León, a siete años y cuatro meses de cárcel por abusar sexualmente de una paciente de 24 años, a la que también tendrá que indemnizar con 5.000 euros más el interés legal.
El Tribunal ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por la defensa del acusado, en el que solicitaba su absolución, argumentando que con la sentencia dictada se había vulnerado el principio acusatorio y el derecho a la defensa al no aceptar el Tribunal la declaración del condenado como última diligencia probatoria.
Asimismo, alegó un error en la apreciación de las pruebas e infracción de las normas del ordenamiento jurídico, afirmando que en ningún momento cometió una agresión sexual.
De este modo, el TSJCyL ha confirmado íntegramente la sentencia dictada por la sección tercera de la Audiencia Provincial de León el pasado 23 de octubre de 2023, a excepción de lo que se refiere a la calificación de los hechos.
La primera le condenaba por un delito de agresión sexual con prevalimiento, pero el TSJCyL le ha acusado de un presunto delito de abuso sexual con prevalimiento.
Los hechos se remontan al pasado 25 de octubre de 2021, cuando la paciente acudió a la consulta que tenía programada con la matrona para valorar una falta de menstruación de ocho meses.
Así, tras efectuar la historia clínica de la paciente y completar una prueba de gestación con resultado negativo, la matrona consideró que esta debía ser valorada por un médico especialista en ginecología y obstetricia en el hospital Comarcal del Bierzo.
Si bien, dado que la derivación debía ser autorizada por el medio de atención primaria de la paciente, ese mismo día la matrona llamó por teléfono al médico que le correspondía a la joven, que resultó ser el sustituto del suyo, ausentado por baja laboral.
Entonces, el médico manifestó que prefería hacer él la gestión y que, por tanto, la paciente debía personarse en su centro de salud para recoger el volante inter-consulta expedido y firmado.
Una vez personada en el citado centro médico, la víctima entró en la consulta del médico, siendo entonces cuando, tras una breve entrevista y comprobación de la historia médica de la paciente, el facultativo le indicó que se tumbara en la camilla para explorarla.
Sin embargo, este momento fue aprovechado por el médico para preguntar a la paciente si conseguía el orgasmo en sus relaciones sexuales, si se masturbaba o si depilaba su zona genital, así como para ordenarle que se quitara la ropa que tapaba su parte inferior para, a continuación, abusar de ella sexualmente, llegando a masajearla "con ánimo lascivo" su zona genital e incluso a poner el pestillo de la puerta de la consulta.
Pasados unos minutos, el médico paró y le dijo a la joven que se vistiera. Tras ello, le imprimió el volante y esta se marchó en estado de shock y visiblemente afectada.
Al salir, le contó todo a su madre, quien llamó a la enfermera y a la matrona para contarles lo ocurrido, al tiempo que intentó pedir explicaciones al médico en días diferentes, aunque sin éxito.
Tres días después, la joven denunció todo lo ocurrido ante la Guardia Civil.