La Concejalía de Desarrollo Económico ha propuesto al resto de grupos municipales la modificación de la actual ordenanza reguladora de la venta ambulante de carácter periódico, o lo que es lo mismo, del mercadillo, al objeto de "tener un mayor y mejor control de la actividad", indicó el edil responsable, Urbano Revilla.
La propuesta, presentada en el marco de la Comisión Informativa del área celebrada esta mañana, "y que será debatida durante las próximas fechas", según apuntó Revilla, busca la implementación de nuevas medidas que, entre otras cosas, "permitan saber en todo momento quién es el titular del puesto, regulen las cesiones temporales de las autorizaciones y transmisiones de los mismos y aseguren que cumplen con todas las obligaciones tributarias con las instituciones competentes", resumió el munícipe.
Asimismo el documento recoge como novedades la obligación de que los comerciantes exhiban en sus puestos el original o fotocopia de la autorización y una placa con sus fotografías, datos personales, los productos de venta para los que están autorizados y una dirección para posibles reclamaciones, así como de incorporar a la solicitud una orden de domiciliación bancaria, alta, baja o modificación, el carnet sanitario cuando se trate de productos alimenticios y dos fotografías.
Otros de los requisitos introducidos son una declaración responsable de estar al corriente de pago del IAE (Impuesto de Actividades Económicas) o del alta en el censo de obligados tributarios, en caso de estar exentos, "además de con el resto de las obligaciones tributarias con las Haciendas estatal, regional y local", incidió el concejal, o el plazo máximo de cuatro años de concesión por cada convocatoria, "el cuál será inamovible independientemente de que en ese intervalo de tiempo se produzcan una o varias transmisiones", aseveró.
Las autorizaciones máximas serán de 170 puestos, "dependiendo del Ayuntamiento la distribución y colocación de los mismos", aclaró Urbano Revilla, las cuáles se repartirán en sorteo público, "en el caso de que hubiera más solicitudes que plazas", matizó, utilizando el mismo método para establecer el listado de reserva y respetándose el orden de presentación de solicitudes en el registro municipal "únicamente si no se cubrieran todos los puestos".
Al objeto de dar cobertura a situaciones como la provocada por la pandemia del coronavirus, "con restricciones en la práctica totalidad de las actividades económicas", incidió el concejal, la nueva ordenanza prevé, igualmente, dar potestad al Pleno Municipal para modificar, bien con carácter temporal, bien con carácter permanente, tanto los emplazamientos como los días y horarios, y a la Junta de Gobierno Local acordar, en cualquier momento, su suspensión por el tiempo que resulte estrictamente necesario cuando concurran circunstancias de fuerza mayor debidamente justificadas.
Finalmente, la propuesta del Equipo de Gobierno, defendida por el concejal de Desarrollo Económico, establece un cambio en la ubicación del mercadillo de los martes, el cuál se venía celebrando desde hace unos años en el Paseo de la Julia y pasará a celebrarse en la calle Labrador (ubicada entre la Fábrica de Armas y el Centro Cultural Lecrác), "puesto que entendemos que la actividad en la zona de La Lanera y el Ribera Sur ha crecido mucho en los últimos tiempos y esta se puede ver perjudicada de forma importante", concluyó.