David Herrero / ICAL
Cerca de 53.000 nuevos árboles serán dentro de unos años los nuevos pobladores de 64 hectáreas en la localidad palentina de Fresno del Río. La plantación, llevada a cabo por Repsol Impacto Social, una herramienta de la Fundación Repsol, Grupo Sylvestris y LandLife Company, se estructura en un acuerdo que sienta las bases para la creación de una ‘joint venture’ que desarrolle proyectos de reforestación en España, Portugal y Latinoamérica.
Sylvestris, con el apoyo de Land Life, están trabajando en la ejecución de un plan de reforestación en España para plantar 350.000 árboles en tres zonas afectadas por incendios forestales y abandono agrícola, como son Mombeltrán (incendio de 2016), Cuevas del Valle y Fresno del Río, en Castilla y León, y Ejulve (incendio de 2009), en Aragón. Se estima que gracias a estas plantaciones se eliminarán de la atmósfera 108.000 toneladas de CO2.
Tras pisar el terreno palentino, el supervisor de la plantación, perteneciente Land Life, Gaspar Caparó, afirma en declaraciones a la Agencia Ical que el objetivo de la acción medioambiental se centra en la fijación de dióxido de carbono. Y es que, desde hace un par de años, se trabaja en colaboración con la Junta, y el elegido en este caso es uno de los montes más degradados. De ahí el interés de la reforestación, apunta.
Durante el proceso, se han dividido las zonas de plantación en orlas y un espacio central para diversificar las especies. Principalmente, se ha plantado un 25 por ciento de roble melojo, además de encinas y frutales silvestres, como el majuelo, el manzano, el peral o endrinos. Siempre caracterizado por “su gran diversidad, de la mano de árboles que puedan dar refugio y alimento a la fauna”.
A simple vista, hay dos tipos de árboles plantados. Por un lado, los que poseen protectores y tutores para “que la fauna existente no los dañe, además de mejorar su crecimiento”. En segundo lugar, aquellas que no poseen protección, debido a que ellas mismas no atraen a los animales, en mayor medida, por su tipología de hoja o la presencia de espinas, subraya.
Crecimiento arbóreo
El capataz forestal detalla que las mejores fechas para plantar “son siempre de cara a final de invierno, aunque en otoño también es adecuado, dado que las raíces se desarrollan por la parte subterránea”. De esa forma, la planta lleva a cabo un crecimiento y tiene mucho más vigor, aclara.
La planta “va a comenzar a crecer por las raíces, al profundizar por un hoyo, de 60 por 60 centímetros, para que, en primavera, pueda brotar, pero con un enraizamiento importante”. Y es que, dichos hoyos también pretenden que el árbol “no tenga competencia en ese espacio y pueda crecer perfectamente”.
Respecto a la elección de esas parcelas en Fresno del Río, señala que la zona es óptima porque se han realizado unos estudios anteriores a la plantación, en los que se analiza la climatología y las especies existentes en el entorno, así como las posibles plagas.
Caparó traslada a Ical que su trabajo se centra en la supervisión de las especies para comprobar que esté realizada correctamente, dado que las elegidas están mezcladas en las 64 hectáreas. “Esto provoca que haya mucha más biodiversidad en el bosque, el cual se verá diferente a los habituales, a consecuencia de la gran variedad y mezcla de los árboles escogidos en la plantación”, asevera.
Repsol Impacto Social
En el marco de su nueva estrategia, focalizada en transición energética y sociedad, Fundación Repsol ha creado Repsol Impacto Social, una herramienta para impulsar la inversión de impacto en España y Portugal, un sector hasta ahora poco desarrollado en este país.
Repsol Impacto Social es una sociedad participada al 100 por ciento por Fundación Repsol, que cuenta con hasta 50 millones de euros para la inversión y desarrollo de empresas que trabajan por la transición energética, focalizada en la reducción de emisiones; movilidad sostenible; economía circular; eficiencia energética; y productos ecológicos y servicios de inclusión rural.
Además, las empresas invertidas deben generar oportunidades de empleo o un impacto positivo en colectivos como personas con discapacidad, jóvenes en riesgo de exclusión, mujeres víctimas de violencia de género, drogodependientes en tratamiento o refugiados, entre otros.
“El objetivo de Repsol Impacto Social es impulsar el crecimiento de las empresas participadas, buscando maximizar su triple impacto, que se traduce en lograr rentabilidad económica; impulsar la integración y el desarrollo social y contribuir a generar un impacto medioambiental positivo para una transición energética sostenible". Para ello, cada empresa "desarrolla su propio plan de negocio y cuenta con sus clientes”, destaca su director, Luis Casado.
Acción medioambiental
Dentro del sector de la reducción de emisiones, Repsol Impacto Social tiene una participación del 21 por ciento en Sylvestris, una empresa dedicada a siembras y reforestaciones de calidad como herramienta para la absorción de emisiones de dióxido de carbono, que también promueve la renaturalización de entornos urbanos a través de jardines singulares y realiza consultoría medioambiental. A mayores, para sus proyectos contrata a personas en situación de vulnerabilidad, especialmente en los entornos rurales.
Tal es así que, el co-fundador de Sylvestris, Enrique Enciso, recuerda que, en 2013, “dos ingenieros forestales creamos esta empresa bajo la filosofía de que con nuestro trabajo podemos generar un gran impacto tanto a nivel social como medioambiental”.
De esa manera, el objetivo es generar el máximo impacto medioambiental y social, ampliando su red de clientes y creciendo. Su principal línea de negocio es el desarrollo de proyectos de reforestación que generen créditos de carbono para el mercado voluntario de compensación de emisiones.
Actualmente estos créditos se inscriben en el Registro de huella de carbono, compensaciones y proyectos de absorción de dióxido de carbono, creado en España a tal efecto por la Oficina Española de Cambio Climático. Con la configuración de la ‘joint venture’, que se estima que estará operativa en el primer trimestre de 2021, Land Life Company y el Grupo Sylvestris complementarán sus capacidades y optimizarán la ejecución de las reforestaciones.
Además de su experiencia de más de seis años en proyectos de compensación de CO2 en España, Sylvestris aportará su modelo de impacto social, para promover el empleo en las comunidades locales. Por su parte, Land Life Company aplicará su tecnología en toda la cadena de valor de la reforestación, para aumentar el escalado, la eficiencia y la transparencia de las plantaciones.