David Herrero / ICAL
Lavanda, albahaca, romero, el tomillo de limón, la salvia, la menta o el geranio citrodorum se convierten en las principales armas para combatir la acción de los mosquitos en verano, más si cabe para aquellas personas con fincas, jardines o merenderos que sufren con mayor intensidad su acción. Y es que, son efectivas todas aquellas plantas aromáticas o las que tienen citronelas, según explica en declaraciones a la Agencia Ical la técnico y administradora de Viveros Los Enebros, ubicado en la capital palentina, Consuelo Serrano.
Señala que, actualmente, el geranio citrodorum es el que mayor consumo se está produciendo, ya que también ahuyenta a los mosquitos, al tener, de igual forma, un componente de citronela. No obstante, comenta que ese geranio ya no queda en existencias, porque se ha agotado debido a su alta demanda para protegerse de los mosquitos e insectos.
"Si ponemos un geranio en un espacio muy grande y abierto no vamos a conseguir nada. A la contra, si hay un cenador o un patio cerrado y llevamos media docena de geranios, se conseguirá crear una barrera natural contra los mosquitos". Esta metodología sirve para el resto de plantas, dado que todo depende de los espacios y el lugar, aclara.
Con respecto a otros insectos que pueden afectar a los jardines y que a las personas les resultan molestos, como las avispas o las abejas, indica que el aspecto esencial es la floración, que es lo que las atrae. Y es que, la misma planta, como por ejemplo la lavanda, es útil contra los mosquitos, pero, al mismo tiempo, atrae a las abejas y avispas. Por ello, recomienda cortar la floración, además de conseguir que la planta se ponga más frondosa y bonita.
Serrano explica que todos los años se deben de cortar las plantas aromáticas en torno a los diez centímetros de altura, ya que "al año siguiente será el doble de grande". Es decir, cada año es recomendable podarlas para aumentar el tamaño y su acción. En el caso de no ser podadas, puntualiza que se convierten en leñosas, por lo que al cortarlas, su capacidad de rebrote se pierde y se secan, asevera.