Por vía telefónica, mientras conduce su amigo Alberto, artífice de la cesión del vehículo, detalla a la Agencia Ical que todo va bien y según lo planteado, tras iniciar el viaje a las 07.00 horas. "Estamos en Francia, con más de 700 kilómetros a las espaldas y conduciremos hasta las 24 horas, porque nos cambiamos cada cuatro horas para descansar. Esperamos dormir ya en Alemania y reanudar la marcha mañana".
Apunta que a la hora de cargar la furgoneta se ha priorizado para aprovechar al máximo el espacio disponible, por lo que se han quedado en la Comisaría, algo de ropa, ya que parece ser que hay excedente para atender a los refugiados. Este material dejado en Palencia lo recogerá Cáritas y responsables del Pueblo Ucraniano, agrega.
Comenta que han cambiado de idea y su destino final será Przemy?l, un pueblo en el sureste polaco y muy cercano a la frontera de Ucrania, a unos 100 kilómetros de la ciudad ucraniana de Leópolis.
Esta actualización se debe al "desbarajuste que se vive en Varsovia", mientras que en esa zona fronteriza se haya un centro logístico muy bien organizado. A través del Pueblo Ucraniano, traslada que les han facilitado una hoja con documentación de la furgoneta con la que tiene una especie de preferencia una vez allí.
Gastos en Europa
Jesús destaca que han todos los peajes por los que transitan. "Nos habían dicho que al transportar ayuda humanitaria estábamos exentos, pero en la mayoría de los peajes no hay personal y solo son barreras".
No son ajenos de la situación que vive toda Europa en relación al coste energético, donde el precio del combustible en Francia es superior al español, por encima de los dos euros, algo que se amplía en Alemania, al avisarles que se sitúa sobre los 2,30 euros por litro.
No obstante, asegura que con el dinero recaudado por sus compañeros y por la Asociación Internacional de Policía (IPA) se cubren los gastos de combustible, al igual que el coste para pernoctar, asevera Jesús a la Agencia Ical.