Varias personas visitan la exposición Identidad, nuestras huellas. Fotografía: ICAL

Varias personas visitan la exposición Identidad, nuestras huellas. Fotografía: ICAL

Palencia

Las huellas de nuestra 'Identidad'

El Museo de Arte Contemporáneo de Carrión de los Condes acoge una exposición de la palentina Mirta Rojo en la que se pone en valor la identidad, las tradiciones y el folclore

19 junio, 2022 12:33
David Herrero / ICAL

Poner en valor la identidad, las tradiciones y el folclore desde un punto de vista diferente, echando la vista atrás, pero con una visión actual desde el punto de vista de una fotógrafa de moda. Esa es la mirada de la palentina Mirta Rojo, de la mano de la exposición ‘Identidad: Nuestras huellas’, la cual está expuesta en el Museo de Arte Contemporáneo de Carrión de los Condes y se enmarca en el Festival Pallantia Photo.

La fotógrafa afirma en declaraciones a la Agencia Ical que “no se trata de un proyecto documental ni periodístico”, ya que es una interpretación de los trajes tradicionales asesorada por Javier Revilla, especialista en estudios sobre tradición en la Universidad de Valladolid y director del Grupo Provincial de Danzas.

La exposición podrá ser visitada hasta finales de junio en el espacio de Carrión para, posteriormente, asentarse del 16 de julio al 16 de agosto en el Museo Bustos de Torquemada. Dicha muestra se divide en tres bloques en los que se utiliza de fondo los colores primarios, como son el rojo, amarillo y azul. 

Señala que este trabajo se complementa con un fotolibro recopilatorio y con fotos inéditas que está a la venta. Y es que, la fotógrafa de moda, de retratos y bodegón trabaja desde hace muchos años para revistas de moda, pero solo había recalado una vez Palencia con un trabajo de Los Goya.

Rojo subraya que, muchas veces, son los propios habitantes de una localidad o provincia los que no valoran su tierra ni sus huellas. “Tienen que venir de fuera para ponernos en valor y, de alguna manera, por eso mismo me apetecía sacar adelante este proyecto y tratar a los miembros del Grupo Provincial de Danza como modelos de revista y a los instrumentos y accesorios como piezas de lujo, que lo son”.

Paso a paso

Todo comenzó cuando la palentina habló con un familiar cercano que lleva muchos años bailando en el Grupo Provincial de Danzas y fue quien le puso en contacto con el especialista en estudios sobre tradición, Javier Revilla.

Viajó con ellos y con su equipo a un festival en Vitoria para hacer parte de las fotografías, que se combinaron con otras en Palencia con más trajes y accesorios, asegura.

En cuanto a los instrumentos, habló con los músicos palentinos Juan Cruz Silva y Miguel Abad que se desplazaron a su casa en un pequeño estudio que montó en una de las habitaciones. Allí realizó las fotografías de bodegón en las que añadió piezas de madera, ya que “es la materia prima de muchos de estos instrumentos”.

Por último y con ganas de que el proyecto viera la luz y no se quedara en un cajón, se puse en contacto con los organizadores de Pallantia Photo, quienes ofrecieron la oportunidad de participar dentro de la programación del festival.

Preservar la identidad

Mirta Rojo traslada a la Agencia Ical que desde el principio estuvo en contacto con Miguel Sánchez, un “enamorado de nuestra tierra”, al que conoció en la carrera y sigue su trabajo desde hace mucho tiempo, quien ha sido el encargado de escribir el texto introductorio de la exposición y del fotolibro dando un “significado precioso” al título "Identidad: nuestra huella".

El propio Miguel Sánchez deja claro que para no perder la identidad “necesitamos saber de nosotros y nosotras mismas. Debemos esforzarnos en conocer nuestra historia social y cultural. Y necesitamos proteger y cuidar las huellas que arrojan luz sobre las sombras de la ignorancia y del desconocimiento”. 

En el propio texto introductorio asegura que “se podrá caminar más despacio o más deprisa para seguir haciendo camino, pero es importante saber la dirección. Y para saber hacia dónde vamos, es importante conocer de dónde venimos”.

Y es que, con dedicación, esmero, y tesón se elaboraron los trajes, los instrumentos que se tocaban, y se realizaron las melodías y cantos que servían para hacer de la vida dura del campo algo más llevadero y más bella, relata.