30 años vinculados al aire, la disciplina y las Fuerzas Armadas. Ésta es la trayectoria del teniente coronel del Ejército del Aire, Roberto Salazar (Palencia, 1972), quien hizo su último vuelto hace dos años, ya que, actualmente, se encuentra destinado en Alemania como oficial de Apoyo Logístico al Sistema de Armas Eurofighter. Múltiples destinos y misiones definen su expediente, entre los que destaca Bosnia y Kosovo, bajo paraguas de la OTAN, su paso por Argentina en la Brigada Aérea en Reynolds con el avión A4R Skyhawk o como instructor de vuelo durante dos años a la Base Aérea de EEUU en Laughlin, Texas. El cielo se mezcla con el agua, dado que Salazar es un gran amante de la pesca, así como del deporte, con el tenis como protagonista principal.
¿Una vida pegada al aire?
La verdad es que cuando uno echa la vista atrás y ve que han pasado ya 30 años desde el ingreso en la Academia General del Aire, uno piensa que no es real. El tiempo vuela, nunca mejor dicho. Aún recuerdo un 1 de septiembre de 1992 en un tren desde Herrera de Pisuerga a Balsicas, Murcia, lo raro que se hacía ese paisaje murciano tan árido comparado al norte de Palencia. Aunque hice mi último vuelo en el F5 en Talavera la Real, Badajoz, el 20 de junio de 2020, no se me hace que haya pasado mucho tiempo, es más, en cuanto termine en Munich, mi destino actual, creo que podré seguir volando.
¿Por qué decidió entrar en el Ejército?
Todo fue debido a las historias que desde pequeño me contaba mi abuelo, exlegionario de la Guerra Civil, junto a la afición familiar de la caza y el consecuente uso de armas, así como la competitividad deportiva de la familia. En principio pensaba en ingresar en el Ejército de Tierra, pero amigos que habían ya ingresado en el Ejército del Aire para ser pilotos me convencieron. También me presenté para la Escala Superior de Oficiales, en la que ingresé, y para la Escala Media, donde conseguí también vacante pasando los exámenes como número 2 de todos los aspirantes, pero al saber que había ingresado en la Superior tuve que firmar un documento indicando mi renuncia en la Media.
El Ala 15 fue su primer destino como teniente en torno a un F-18. ¿Qué sintió?
La verdad que elegí ese destino porque era el destino puntero en el Ejército del Aire (EA) por esa época, junto al Ala 12, F-18 también, pero en Torrejón de Ardoz, Madrid. Me gustaba más el norte y tenía más compañeros allí. Tanto de teniente como de capitán, el trabajo dedicado a volar, actividad aérea, es en torno a un 80 por ciento o más, y siendo un joven teniente pues imagínate la sensación de poder disfrutar el volar un F-18, aparte de tanto ejercicio, nacional, internacional y operaciones reales.
Pronto voló fuera de España. Bosnia y Kosovo llamaron a su puerta…
Es una experiencia única el poder sentirte realizado con esa actividad diaria y para lo que te entrenas a diario para poder hacerlo en un ambiente internacional bajo paraguas de la OTAN, tanto en KFOR como SFOR, ambas misiones OTAN en los Balcanes.
¿Cómo recuerda el destacamento de Aviano (Italia) en las misiones/salidas en las operaciones bajo paraguas de la OTAN en Bosnia y Kosovo?
Como un gran ambiente de compañerismo, donde somos un equipo, da igual la especialidad y rango, lo que importa es el fin, la meta, realizar con seguridad y éxito la misión encargada. Aparte de todo lo que se aprende, como un idioma, conocer otras Fuerzas Aéreas (FFAA), y compartir buenos momentos en tiempo libre.
¿Peligro o respeto sobre cielos en guerra?
Realmente no fue en guerra en lo que yo participé, fueron más bien misiones o salidas aéreas de entrenamiento que servían a la vez como presencia aérea sobre los Balcanes dentro de las misiones en Kosovo y Bosnia. Respeto siempre hay al volar, sea donde sea, pero la clave es mucho estudio, conocimiento, trabajo y disciplina para operar con seguridad. Todo ello conlleva a que un riesgo controlado deriva en menor peligro.
¿Pasó por Argentina en la Brigada Aérea en Reynolds con el avión A4R Skyhawk?
Estuve seis meses en comisión de servicio en una Base Aérea (Brigada Aérea para los argentinos) argentina donde hice el curso de simulador del A4R a la vez de dar clases teóricas de combate aéreo. Volé varias veces en cabina trasera. Otra gran experiencia y en otro país amigo.
También pasó como profesor a la Academia General del Aire, donde fue miembro a la vez de la Patrulla Águila. ¿Experiencia inolvidable?
Al principio fue un poco shock, porque solo llevas seis años operativo en una unidad de combate y te mandan forzoso de profesor a la AGA, por ser de los más antiguos en escalafón de mi promoción. Una vez allí hay que hacer las cosas con ganas y poder aportar tu granito. Fueron dos años inolvidables, grandes vuelos, exhibiciones. Te das cuenta de la cantidad de fans y el trato de la gente que valora tu trabajo diario.
Saltó el charco a EEUU como instructor de vuelo de pilotos yanquis, italianos y portugueses. ¿Una especie de ‘Top Gun’?
Estuve destinado dos años a la Base Aérea de EEUU en Laughlin, Texas, cerca de San Antonio. Allí fui instructor de vuelo de alumnos de EEUU, Italia y Portugal en el avión T-38C, parecido casi similar al F5, en su curso para ser seleccionados como pilotos de combate. ‘Top Gun’ es de la ‘Navy’ americana, esto era Fuerza Aérea de EEUU, USAF.
¿Cómo fue ser el responsable del aprendizaje de pilotos extranjeros en un país diferente?
Quizás la experiencia más importante a nivel personal, por todo lo que aprendí y el valor que le doy a lo allí realizado, al poder formar a los mejores pilotos de combate del mundo. Estuve encargado de ser el oficial de Seguridad de Vuelo en nuestra Escuadrilla de Vuelo, impartiendo charlas a los alumnos y velando por la Seguridad de Vuelo, tanto en vuelo como en tierra.
De teniente a Capitán para lograr el ascenso a comandante. ¿Objetivos logrados?
Tras tres meses de curso de capacitación para el ascenso a comandante se logra por fin. La vida y el tiempo para muy deprisa, sin apenas darte cuenta que has ascendido, ello conlleva nuevas responsabilidades, pero a la vez cambio de destino.
Trabajó en torno al misil Taurus, como jefe de la Célula de Planeamiento de misiones de dicho misil…
Se trata de un misil alemán que vuela muy bajo y rápido y puede recorrer hasta 500 kilómetros para llegar al objetivo con gran precisión, donde cada misil costaba un millón de euros. Fue una nueva etapa en la pude sentirme jefe y llevar a cabo una labor importante en un terreno totalmente distinto a la enseñanza. Tuve que ir 24 días a Sudáfrica en comisión de servicio a un polígono de tiro contratado por España para realizar las pruebas de validación de dicho misil desde el F-18.
Volvió a poner sus conocimientos en favor de los alumnos en el Curso de Caza y Ataque. ¿Qué cualidades deben tener los futuros pilotos?
Pedí voluntariamente ir de comandante jefe de Escuadrón de FFAA al Ala 23 en Talavera la Real, Badajoz, como profesor de vuelo de alumnos de 5 Curso de la AGA para ser pilotos caza y ataque con el avión F-5. Coraje, disciplina, lealtad, deseo de superación, agresividad, seguridad ante todo y un profundo sentido del deber podrían ser las cualidades de un piloto de caza. Sin olvidar el deseo de aprender, la comunicación, capacidad de aprendizaje y la toma de decisiones. Además, en 2010 se me otorgó por parte del jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire el Trofeo de Seguridad de Vuelo en modalidad individual.
De Talavera a Ramstein (Alemania) como Oficial de Guerra Electrónica en el Mando Aéreo Aliado (AIRCOM, Allied Air Command) de la OTAN. ¿Es la nueva forma de batallar?
Ya desde hace años se viene realizando de esta forma, digamos que hay tres niveles de actuación. Nivel táctico que son los pilotos realizando su misión con su avión, pero antes debe haber alguien que piense y esas misiones a llevar a cabo por los pilotos las plasmen en papel, es el nivel operativo, un peldaño por encima, quien lleva a cabo los planes y los plasma, pero un nivel superior es quien decide y baja al nivel operativo esos planes, se trata del nivel estratégico, quien orienta y da la visión.
¿Cuál fue su función allí?
En AIRCOM se llevaba a cabo ese nivel operativo de la OTAN en el ámbito aéreo, responsable de la conducción de las operaciones aéreas. Mi papel como oficial de Guerra Electrónica (EW, Electronic Warfare) era asegurarme que los países miembros de la OTAN reciben el entrenamiento adecuado en dicho ambiente electrónico, ya sea adverso o a favor.
¿De los conflictos tradicionales a los escenarios bajo ordenadores?
Todo lo que se vuela antes se planea, y lo que antes se hacía sobre una mesa con mapas e instrumentos necesarios para planeamiento de misiones ahora se hace por ordenadores y en oficinas. La globalización ha hecho que todo cambie, en teoría, para mejor.
Destinos, logros, experiencia, trabajo y estudio como el Curso de Estado Mayor dieron lugar al ascenso a teniente coronel. ¿Palabras mayores?
Fueron nueve meses duros de estudio en Madrid durante el CEMFAS pero, al final y con ganas, todos los logros se consiguen. Tras dicho curso ya tenía la capacitación para, a la vez de haber ascendido a teniente coronel, poder realizar otras labores y, en un futuro, solicitar otro destino de Estado Mayor (EM) en el extranjero.
¿Muy distinto ir de jefe de Grupo que cuando estuvo de comandante jefe de Escuadrón de Fuerzas Aéreas?
Regresé voluntario al Ala 23, esta vez con una responsabilidad mayor y una nueva área, al ser teniente coronel jefe de Grupo de Material, un peldaño por encima del comandante jefe de Escuadrón. Pude realizar una labor que parece fea, pero es muy grata y reconocida, gracias al trabajo y buen hacer del personal bajo mis órdenes, un total de 220 personas. Aparte del vuelo, la labor burocrática aumentaba, así como las relaciones y reuniones con la plana mayor y el coronel jefe de la Base.
Alemania llamó de nuevo a su puerta en su destino actual. ¿Cuál es la función como oficial de Apoyo Logístico al Sistema de Armas Eurofighter en un ambiente internacional?
Mi función aquí es hacer de enlace entre el Ejército del Aire y la industria, coordinado con las otras naciones ‘core’ (UK, IT y GE), para llevar a cabo el apoyo en servicio de dicho sistema de armas. Gestionando obsolescencias que surjan o previstas, peticiones de apoyo, préstamo de equipos, nuevas tareas o propuestas de las naciones usuarias del Eurofighter o de la industria, entre otras.
De aviones y militares a naturaleza y río. ¿Herrera de Pisuerga tienen un papel importante en su vida?
La verdad es que sin eso nada hubiera sido posible. Hay que ver de dónde viene uno y por qué llega donde llega. Gracias a esas aficiones y a vivir en un pueblo pequeño hace que uno haga deporte, practique la pesca o la caza y haga de ellos parte de su vida. Todo ha influido en decidir ser militar y ese espíritu de sacrificio y competitividad.
¿Y la pesca?
Al menos un día al año pesco, gracias a que mis hermanos me sacan la licencia y el coto de pesca para el día que se abre la veda. Hace como cuatro años pesqué una trucha de casi cinco kilos en el Pisuerga y la tengo disecada en casa. Algo muy raro y casual, ni mis hermanos, campeones a nivel nacional de campeonatos de pesca de trucha, han visto semejantes tamaños en el Pisuerga.
¿Deporte y el tenis?
Mi hermano mayor me enseñó y, a veces, obligó a jugar con él al tenis y pude ser desde los 14 años uno de los mejores tenistas de Palencia. No había año entre los 14 y los 20 años que no ganara torneos. Una vez dentro del EA, a otro nivel, seguí jugando alguna vez de cara a los campeonatos entre academias militares siendo alumno, donde quedé dos veces segundo individual; y en dobles, o en los nacionales del EA, donde quedé dos veces segundo en dobles, la última vez hace solamente tres años con 47 años.
¿Sin rumbo fijo o destino claro?
Hasta que no queden unos tres meses para terminar mi destino actual no se sabe dónde uno irá destinado o lo que elegiré, pero en un futuro la idea es poder ascender a coronel, imagino que en 2024-2025, y poder hacer el mando de una Unidad del EA.