Dos monitores y 22 menores que viajaban el lunes desde Barcelona en un tren de Larga Distancia con destino a León fueron apeados por el interventor de la estación de Palencia por las "quejas de los viajeros" a consecuencia del "ruido y el comportamiento" de los mejores de entre nueve y 12 años.
A razón de ello, Renfe se movilizó para dotar un autobús exclusivo para que tanto los pequeños como sus monitores pudieran finalizar el traslado hasta León por esta vía. Desde la empresa han asegurado que es "la primera vez" que ocurre algo de esta índole y esta fue una medida "absolutamente excepcional". Además, han informado que se ha abierto una investigación interna, según señala la agencia Ical.
Agentes de la Policía Nacional, personal de Renfe y el subdelegado del Gobierno en Palencia, Ángel Miguel, que se trasladó hasta el lugar una vez avisado de los hechos, acompañaron a los menores y sus monitores durante su estancia en un parque cercano en la estación.
Ángel Miguel ha señalado, en declaraciones a la agencia Ical, que se encontró a los niños "jugando tranquilamente". Igualmente, el subdelegado no quiso entrar a valorar los motivos de la decisión del interventor, pero ha asegurado que durante su presencia "no fue testigo de ningún comportamiento extraño" de ninguno de ellos ni de los monitores. Por último, ha ensalzado la labor de la Policía Nacional que aseguró el entorno para que los pequeños estuvieran en condiciones seguras.