La presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, participaba recientemente en la reunión telemática del Patronato de la ONG Hombres Nuevos, con el fin de cerrar el año 2022 y hacer un repaso al conjunto de actuaciones realizadas durante el año.
Desde la institución provincial se ha colaborado en varias acciones con esta entidad que preside Nicolás Castellanos. Por un lado, gracias a la financiación a través de la convocatoria pública de cooperación al desarrollo que cada año convoca la Diputación, se ha colaborado en dos programas estos dos últimos años, el proyecto para la dotación a los residentes del hogar (niños y jóvenes entre 6 y 17 años) de Montero, Azucarera Guabirá, a 50 kilómetros de Santa Cruz de la Sierra de instrumentos informáticos, de telecomunicación, tablets, etc. y el de construcción de un centro social y de formación en Umanata para favorecer la subsistencia de la mujer indígena.
El primero hizo posible el encuentro "dos mundos dos realidades", entre jóvenes de ambos países mediante conexión de internet, recordar que fueron los chavales de Astudillo los que contactaron on line gracias a las nuevas tecnologías con los jóvenes bolivianos con motivo del mes de la infancia. Varias personas relacionadas con las colaboración al desarrollo, establecieron conexión entre los pequeños de ambas partes del mundo para poder hablar de su día a día y de su realidad, con la idea de que ambas partes aprendan de lo que es importante para cada niño de uno y otro lado del atlántico, y lo valoren. Diferentes sí, pero con muchas cosas en común, y mucha labor por delante para conseguir una mayor comunicación y conocimiento de ambos territorios.
En cuanto al proyecto que se ha financiado este año con cargo a la convocatoria, añadir que, la Diputación ha destinado 10.700 euros para acometer en la convocatoria de 2022 el proyecto que tiene como finalidad la construcción de un Centro Social, de formación y taller de manualidades en la Comunidad de Umanata, provincia de Pacajeres, en su labor de contribuir en la mejora del derecho humano a un nivel de vida adecuado y a los medios de subsistencia de la mujer indígena Aimara.