La empresa Cascajares ha comenzado a funcionar en unas oficinas provisionales en Villanubla, en Valladolid y un obrador alquilado en La Cistérniga. Según informaron fuentes de la empresa a la Agencia Ical, se encuentran ya trabajando "como si no hubiera pasado nada" en estas oficinas cedidas por otra compañía.
En cuanto a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), Cascajares indica que todavía no se han producido avances "y no se ha firmado nada". La situación es similar en lo que se refiere a su nueva fábrica, ya que los peritos acaban de finalizar su labor y han presentado los informes sobre cómo comenzó el incendio, pero aún tienen que enviar los datos a la Guardia Civil, según apuntan.
"Una vez que nos permitan entrar en la fábrica y podamos evaluar el estado de la estructura, analizaremos si se construye la fábrica en el mismo lugar o en un terreno adyacente", según declararon estas mismas fuentes.
Además, se confirmó que la empresa está "trabajando arduamente" para poner todo en marcha y comenzar a producir lo antes posible, aunque sea con solo unos pocos productos. A pesar del desafío que representa la reconstrucción tras el incendio del pasado 26 de enero, Cascajares se muestra con empuje para continuar con su actividad.