La Guardia Civil de Palencia ha procedido durante los meses de marzo y junio ha la detención de siete personas en Palencia y Segovia, todas ellas relacionadas con delitos de tráfico de drogas, medicamentos y falsedad documental. 

Como continuación y ampliación de las investigaciones han procedido a la investigación de otras seis personas, cinco hombres y una mujer con edades entre 18 y 26 años. De ellas, cuatro residen en Palencia y dos en Segovia. 

Fruto de la investigación pudieron determinar el modus operandi. Unos hacían acopio de todo tipo de medicamentos, para los que acudían a diferentes farmacias de manera continuada, causando una gran alarma social y llegando a utilizar recetas falsas. En otras, utilizaban el engaño fingiendo alguna dolencia a fin de conseguir que le fuera prescritos por facultativo médico. 

Uno de ellos se dedicaba a modificar y falsificar las recentas y justificantes médicos mediante medios informáticos. Especialmente se hacían con jarabes y prometazina para venderlo en una conocida red social. Estos se utilizaban por los jóvenes para elaborar una bebida denominada 'Purple Drank' en la que se mezclaba el refresco, jarabe y gominolas. Además, también se abastecían de sprays de cloretilo, un anestésico que se ha puesto de moda y que se inhala con un trozo de tela.

También había envases del denominado popper o nitrito de amilo, que se utiliza para favorecer las relaciones sexuales y que puede llegar a ser mortal. Los agentes localizaron dosis de morfina y medicamentos de tipo estupefaciente para su posterior venta.

En total de las fases de la operación han intervenido más de 3.000 pastillas de medicamento en las que se han incluido ansiolíticos, analgésicos, opiáceos, antidepresivos y corticoides, destacando entre otros unos 310 comprimidos de Trankimazin. 

A mayores de los medicamentos, traficaban con drogas. Han intervenido unos 700 gramos de hachís, 25 pastillas de MDMA, varias dosis de ketamina, setas y trufas alucinógenas, marihuana, cocaína, tres ordenadores y cuatro móviles. Así como básculas de precisión, dos tarjetas sanitarias con nombre de otra personas, un USB con recetas falsificadas, 600 euros en monedas y un coche.