No ha podido ser. Después de demostrar su fuerza, su garra, su implicación y sus ganas de ganar el Grand Prix, la suerte no ha sonreído al municipio palentino de Aguilar de Campoo en la gran final de esta nueva edición que ha regresado a la parrilla televisiva de RTVE después de casi dos décadas de demanda.
Una emocionante y reñidísima final en la que todo se ha decidido en el último minuto del programa y en la que finalmente la victoria ha sido para el pueblo granadino de Alfacar, pese a que la localidad palentina ha dejado una huella imborrable en la historia del programa, donde lo ha dado absolutamente todo solo por divertir y entretener a los miles de espectadores que han seguido esta nueva entrega.
Uno de los primeros en pronunciarse ante esta triste derrota ha sido, precisamente, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, quien ha hecho uso de sus redes sociales para compartir con sus seguidores el momento en el que Ramón García otorga la victoria a Alfacar, aprovechando la ocasión para felicitar a Aguilar pese a no haber sido el equipo vencedor: "Han luchado hasta el último momento, pero el municipio palentino de Aguilar de Campoo no ha podido ganar la final del Grand Prix. Gracias a todos los aguilarenses por el gran espectáculo que nos han brindado durante el verano. Enhorabuena al municipio granadino de Alfacar", ha escrito el presidente.
La competición fue tan divertida como tensa desde el principio hasta el final, pues los marcadores terminaron con un 27-25. Aguilar, el equipo amarillo apadrinado por Camela, empezó de la mejor de las maneras. Sin embargo, según fue avanzando el programa los azules apadrinados por Eduardo Casanova lograron dar la vuelta al marcador.
Los palentinos lideraron el marcador durante los tres primeros juegos del programa, Gaviotas Malotas, Escala como puedas y Perrito Piloto. Sin embargo, todo empezó a cambiar cuando en la cuarta prueba, Jurassic Prix, Alfacar consiguió su primera victoria.
La patata caliente terminó en empate, al igual que Baloncesto en pañales. Pero cuando parecía que los andaluces estaban haciendo buena resistencia a los aguilarenses, estos últimos volvían a tomar una buena delantera ganando Los pingüinos matemáticos.
Los granadinos alcanzaron a Aguilar en la siguiente prueba, Los troncos locos, la cual colocó a ambas localidades con 22 puntos, e incluso lograron superarles en Los bolos. Entonces, llegó el momento del último juego, El diccionario, donde ambos equipos sabían que todo podía pasar, que los marcadores podían darse la vuelta de un momento a otro y que, por ello, la victoria podía caer en manos de cualquiera.
Los dos pueblos consiguieron dos aciertos y un fallo, y dado que Alfacar ya llegó a este reto con 24 puntos frente a los 22 de Aguilar, los granadinos consiguieron proclamarse campeones. Aguilar se entristeció, pero como buen rival, no dudó en celebrar la victoria de Alfacar.