Le resulta imposible contener las lágrimas. Zahra Bensaid es marroquí pero vive en Palencia desde hace tres años. Desde aquí está sufriendo la tragedia. Ha perdido a 32 miembros de su familia paterna en el terremoto y en las últimas horas ha recibido la peor y para ella más temida de las noticias. Entre las personas desaparecidas estaba también su madre y su cuerpo ha sido hallado sin vida. “Tú no sabes lo que es escuchar que toda tu familia ha muerto”, afirma.
Zahra relata cómo en estos momentos tiene también un tío en estado muy crítico y las próximas horas serán cruciales para él. “Mi familia no me dijo nada. No tuve noticias durante las primeras horas y esperaron varios días. Ya cuando me contaron lo sucedido, me dijeron que más de 32 familiares habían fallecido y más de 20 se encontraban heridos y hospitalizados”.
Son 1.700 kilómetros los que separan Palencia de Taroudant, la provincia marroquí donde vivía su familia. Allí ahora todo son escombros y todavía, hay muchas zonas a las que no han podido acceder los equipos de rescate porque las carreteras siguen cortadas.
Lo que Zahra está viviendo es un dolor “inexplicable” que se refleja en su rostro cuando recuerda que ella ya no podrá volver a ver a sus tíos y primos. “Ellos tenían una vida, tenían niños pequeños y ahora ya no queda nada”.
Ese es precisamente uno de los motivos por los que se animó a hablar. Quiere que los que han sobrevivido a la tragedia puedan tener una segunda oportunidad y, para eso, “necesitan ayuda”. Le preocupa especialmente toda esa gente que ha perdido sus casas y tienen que dormir en la calle ahora que empiezan a bajar las temperaturas. “Para ellos es imprescindible que lleguen mantas, ropa de abrigo y algo de comida”. Zahra se teme que la recuperación de toda la zona afectada tarde demasiado en llegar y cree que tendrán que pasar varios meses hasta que los afectados puedan volver a tener algo parecido a un hogar. Explica que las noches de invierno son muy duras y que algo tan simple como una manta “puede cambiarles la vida”.
Esta marroquí afincada en Palencia reconoce que le resulta casi imposible ver las imágenes de lo que está pasando en su país natal ya que el número de afectados y víctimas crece minuto a minuto. En las últimas horas ascienden a 2.950 los muertos y a más de 5.600 los heridos por ese terremoto de magnitud 6,8 en la escala de Richter que sacudió Marruecos el pasado 8 de septiembre.
Para ayudar a las miles de familias afectadas, ya se han trasladado hasta allí, decenas de profesionales sanitarios y miembros de los servicios de emergencia. También desde el Centro Islámico de Palencia quieren aportar su granito de arena y por eso, han emprendido una recogida solidaria. Piden a los ciudadanos que donen medicamentos, mantas, ropa, alimentos de primera necesidad y productos para bebés. También solicitan bombas de agua o placas solares para que los afectados puedan disponer de energía.
Kamal el Okbani Naimi está al frente de esta iniciativa y reconoce que esperan cualquier tipo de ayuda “con los brazos abiertos” y recuerda que también se pueden donar carpas o tiendas de campaña para que los afectados puedan resguardarse en estos difíciles momentos. “Yo confío en que los palentinos nos van a echar una mano porque la gente está sufriendo mucho” aseguró. Además, en las últimas horas se han puesto en contacto con una empresa que construye casas prefabricadas con sede en Allariz (Ourense) y están “dispuestos a ayudar”. “Se han comprometido a hacernos un precio especial aunque algo tendremos que aportar”.
Lo cierto es que las muestras de solidaridad no se han hecho esperar. Este centro islámico ubicado en la capital palentina se ha convertido en un improvisado almacén donde todo lo que va llegando se va guardando en cajas que irán directamente a Marruecos. Lo que más se ha donado hasta la fecha son alimentos no perecederos.
Conscientes de que el tiempo corre en su contra, quieren ser lo más rápidos posible. “A medida que vayamos empaquetando los productos donados, los vamos enviando a Marruecos en un camión” explicó Kamal que insistió en que quieren ser ellos mismos los que viajen hasta el lugar de la tragedia para llevar en persona toda esa solidaridad palentina a sus familiares y amigos. “La recogida va a buen ritmo, el primer camión que partirá ya está casi cargado y podemos asegurar que no habrá intermediarios” remarcó.
Quien quiera colaborar con esta iniciativa podrá hacerlo hasta el viernes 22 de septiembre llevando sus productos hasta la sede de este centro islámico ubicado en el polígono de la ciudad, en la calle Extremadura número 40. “Estaremos abiertos y esperando todos los días, incluidos los fines de semana, entre las 10 y las 13.30y por la tarde, desde las 18.00 y hasta las 21.00 horas”.
Además, se ha habilitado otro punto de recogida en el local parroquial de Villamuriel de Cerrato y su intención es organizarse para poder establecer sedes temporales en otros municipios de la provincia. “Es difícil porque somos pocos y tenemos poco tiempo pero lo vamos a intentar”.
“Nosotros somos vecinos de Palencia, llevamos muchos años viviendo aquí y aunque estamos muy lejos, estamos sufriendo en la distancia el dolor de nuestras familias y más todavía las personas que, como Zahra, está llorando la pérdida de sus seres queridos”, concluye.