El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) no ha perdonado al hombre que estaba acusado de violar, maltratar, humillar y dar fuertes palizas a su mujer durante varias décadas en Palencia. De esta manera, la Sala de lo Civil y Penal ha rechazado el recurso del hombre y, asimismo, ha confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial, debiendo cumplir las peñas de 18 meses y nueve meses de prisión por los delitos de violación continuada, otro contra la integridad moral y otro de maltrato habitual.
Igualmente, sí que ha estimado parcialmente el recurso del Ministerio Fiscal, al que se adhirieron la acusación particular y popular, y ha aumentado la orden de alejamiento por el delito de maltrato habitual hasta los dos años y nueve meses, alcanzando entre todos los hechos ilícitos los 25 y nueve meses.
Víctima y acusado mantenían, según el auto al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León, una relación sentimental desde los 13 años, quedándose embarazada la primera con 19 años, momento en el que comenzaron a sucederse los hechos condenados.
El acusado, además, deberá pagar una indemnización de 60.420 euros a la mujer. Contra dicha sentencia cabe interponer aún recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Durante las décadas que mantuvieron la relación, el hombre habría agredido, violado y humillado a la víctima, teniendo que soportar expresiones como "no vales para nada", "mente plana" o "tienes dos oídos para escuchar y una boca para callar", entre otras.
Unos comportamientos que fueron generando sobre la mujer un comportamiento de sometimiento hacia su marido, llegando a permitir estas acciones. Asimismo, el condenado tampoco permitía la relación de la víctima con su familia, aunque esta no perdió relación con la misma, ni el interés de la mujer de presentarse a las oposiciones del Cuerpo de Correos.
Además de diversos episodios de agresiones y violaciones, la sentencia también considera probado que el hombre obligaba a la mujer a vestirse y maquillarse como él quería, con el objetivo de "humillarla y vejarla", instando en ocasiones a que lo hiciese como "una prostituta".