Reabre el bar familiar con su novia y un toque muy distinto en un pueblo palentino
Jesús ha decidido dar un toque diferente al bar de sus padres con una gran terraza y confiando en las tapas
15 abril, 2024 07:00Noticias relacionadas
Villamuriel de Cerrato es una importante localidad palentino que se ubica a 7 kilómetros de la capital. Se enmarca, como su nombre bien indica, en la comarca del Cerrato y cuenta, en la actualidad, con una población de 6.459 habitantes, como informa el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Se trata de un municipio de gran relevancia industrial. Allí se ubica la planta de Renault. También conserva un amplio encanto patrimonial y cultural. Las actividades se suceden a lo largo del año y llenan de diversión las calles del lugar para que los vecinos y los turistas se lo pasen en grande.
Allí vive, desde siempre, Jesús Soto. Un joven de 31 años “emprendedor” con “muchas ganas e ilusión” de que su nuevo proyecto “sea un éxito”. Se muestra feliz de vivir en el pueblo en el que nació y ha dado vida, de nuevo, al bar de sus padres.
“Empiezo en el mundo de la hostelería con solo 17 años. Siempre he trabajado en el bar, con mi familia, hasta que se han jubilado y he decidido coger las riendas del negocio y hacerlo todo a mi manera”, nos explica nuestro entrevistado.
Toma la decisión de lanzarse a la aventura cuando, tanto su padre como su madre, le comunican la decisión de jubilarse. Ahí decide emprender un cambio radical y darle un gran lavado de cara al establecimiento hostelero.
Tras meses de obras y mucho trabajo, el Bar La Terraza reabría sus puertas el 6 de abril en Ciudad Jardín Virgen del Camino tras esa reforma integral y adaptada a los tiempos que corren. Una modernización que se deja ver en los 80 metros con los que cuenta el bar. También dispone de una gran terraza que seguro que da juego ahora que llega el buen tiempo.
“Siento una felicidad enorme de ver lo que he conseguido con mucho esfuerzo y trabajo. Lo he reabierto con mi novia y vamos a ofrecer una gran variedad de tapas. También queremos hacer una carta con unas cuantas raciones y alguna pizza para el que quiera picar algo”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, el protagonista.
Producto a un lado, Jesús tiene bien claro que lo más importante pasa por “dar una gran atención al cliente” para que “se sienta como en casa” y “disfrute de un momento feliz”. Quiere seguir creciendo para que este nuevo proyecto sea un gran éxito.
“Ha sido muy complicado hacer una reforma y conseguir que todo salga bien. Cuadrar con todo el mundo para que los tiempos se cumplan, para que nada falle. Siento una gran satisfacción por haberlo conseguido”, añade el joven hostelero.
Jesús quiere agradecer a todos los vecinos de Villamuriel el apoyo y también al Ayuntamiento que le ha dado todo tipo de facilidades para que su sueño, el de reabrir el negocio de sus padres como uno suyo propio, sea una realidad.
“No hay un sitio mejor para abrir mi negocio que en el pueblo en el que llevo toda la vida”, finaliza nuestro entrevistado.