La caza furtiva tiene sus peligros y sus consecuencias. Bien lo sabe un vecino de la localidad palentina de Barruelo de Santullán, que ha sido sancionado a abonar 3.000 euros de multa, la retirada de la licencia de caza e inhabilitación para obtenerla durante un plazo de dos años y una indemnización de 40.605 euros en favor de la Junta de Castilla y León.
Los hechos se remontan a septiembre de 2022, cuando un servicio de vigilancia y control en prevención de la caza furtiva por parte de la Guardia Civil en las cercanías de Cervera de Pisuerga, inspeccionó un vehículo en cuyo interior se encontraron nueve cabezas de corzo macho y una cabeza de jabalí. En el vehículo también aparecieron útiles de caza, careciendo el denunciado de la correspondiente licencia así como el permiso de armas.
Ecologistas en Acción Palencia se personó como parte interesada en el expediente sancionador, resolviendo dictada la Resolución del Delegado Territorial. Desde la asociación creen que "es muy difícil una evolución positiva de las poblaciones de ungulados silvestres mientras existan este tipo de furtivos", que indican son "más habituales de lo que parece".