Un SCAT de inicios del XX, al Museo de la Automoción
El Museo de la Historia de la Automoción de Salamanca incorpora un nuevo automóvil a su exposición permanente. Se trata de una pieza peculiar en nuestro país, un vehículo SCAT de principios del siglo XX, fabricado en el norte de Italia, territorio conocido por ser la sede de grandes parcas automovilísticas como FIAT, Lancia o Alfa Romero.
Los primeros vehículos de la ‘Sociedad Ceirano Automobili Torino’, creada por Giovanni Battista y controlada por capital británico, se caracterizaban por ser automóviles de buena fabricación y alta calidad además de diferenciarse por su transmisión cardán y la incorporación de un arranque automático.
La marca italiana participó en pruebas deportivas desde el año 1911 hasta 1915, como tantas otras marcas y como útil medio publicitario de sus automóviles. De igual modo, emprendió una etapa de expansión hasta que en 1914, con la I Guerra Mundial, se adentró en la producción de vehículos industriales para usos militares. Durante este periodo bélico se realizaron numerosas investigaciones en torno a la construcción de motores de aviones bajo licencia Hispano Suiza, para más adelante, en una inteligente estrategia comercial, la marca transfirió sus acciones y producción a un grupo francés de motores Hispano, encabezado por Henri Braiser.
En esta etapa, Giovanni Battista creó junto a su hijo la nueva empresa ‘Ceirano Fabbrica Automobili’, desvinculándose de SCAT y esperando pacientemente a una pequeña crisis de la marca para fusionar estas empresas dando lugar a la marca SCAT-Ceirano, conocida más tarde únicamente como Ceirano.
El año 1929 marca el comienzo del final de la marca coincidiendo con la ‘gran depresión’, conocida crisis económica mundial y antesala de la Segunda Guerra Mundial. Una época muy confusa, donde las exportaciones eran muy pequeñas y la producción muy limitada y centrada en el sector industrial. En el año 1932 se vio forzada a unirse al grupo Fiat S. p. A.
El Museo de la Historia de la Automoción agradece a todos los coleccionistas de Salamanca el apoyo mostrado hacia este espacio y la dedicación a la protección del rico patrimonio automovilístico presente en nuestra ciudad.