El Palacio de Monterrey, uno de los grandes tesoros de Salamanca

Iba a ser mucho más grande, cuatro veces más. Aun así, a pesar de que se quedó "a medias", es una de las joyas del plateresco español. Se trata del Palacio de Monterrey, cita obligada para todos aquellos que pasan por la monumentalidad de Salamanca.

Eso sí, hasta ahora eran pocos los privilegiados que podían acceder a él - solo con reserva previa-, la gran mayoría únicamente podía disfrutar de él desde el exterior. Una foto y a seguir la ruta por sus entornos, por ejemplo por la iglesia de la Purísima, la casa en la que vivió y murió Unamuno o la Plaza Mayor, a apenas 300 metros.

Ahora, el objetivo del Ayuntamiento de la ciudad es que el disfrute del Palacio de Monterrey sea pleno; es decir, que pueda verse por fuera y por dentro. Para este fin, el Consistorio ha llegado a un acuerdo con la Casa de Alba, propietaria del inmueble.

La Institución pública aportará unos 320.000 euros para sufragar las obras de conservación, consolidación y rehabilitación de este edificio, que mandó construir Alonso de Zúñiga Acebedo Fonseca en el siglo XVI, a cambio del permiso de la Fundación Casa de Alba para una mayor apertura y con "carácter estable".

Las actuaciones municipales se centrarán en las fachadas sur y este, en el Torreón de esquina y en la Torre Central, unas labores que consistirán, fundamentalmente, en el tratamiento de la sillería de los muros, de los elementos lineales -impostas y cornisas- que conforman su fachada y de los elementos ornamentales como son las gárgolas, los pináculos, los grupos escultóricos y las cresterías.

El Palacio de Monterrey, que fue declarado monumento nacional el 6 de mayo de 1929 y que es Bien de Interés Cultural (BIC), ofrecerá un aliciente más, entre otros muchos, para visitar la ciudad, una ciudad que se prepara para acoger en 2018 los actos centrales del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca.